Tras las versiones sobre la detención del hijo de Nora, se presentó en Río Cuarto el abogado Llermanos como su defensor. El joven lo rechazó primero, pero luego todo quedó como “desinteligencia”.
Ayer, horas antes de que venciera el plazo para mantener el caso Dalmasso bajo secreto de sumario, Río Cuarto se había transformado en el escenario de un sainete. No se trataba estrictamente de la suerte que correría Facundo Macarrón, hijo de Nora Dalmasso, sino de lo que pareció una disputa –después catalogada como “desinteligencia”– entre abogados por definir a quién correspondía defender al joven, a quien las versiones indicaban como sospechoso en la causa por el crimen de su madre. El martes, el ex juez Daniel Llermanos se presentó ante el fiscal Javier Di Santo y entregó un escrito pidiendo que se “mantenga la libertad” de Facundo. Por la noche, y en respuesta al pedido, el propio Facundo dijo “no sé quién es Llermanos, no lo conozco”, y quien aparecía como abogado familiar, Benjamín Sonzini Astudillo, desautorizó crudamente al ex juez. Ayer, sin embargo, Astudillo y Llermanos mantuvieron una reunión al cabo de la cual el propio Astudillo dijo: “Me han preguntado por Llermanos y he dado las mejores referencias. Vamos a seguir trabajando en forma estrecha”.
Los hechos: el lunes pasado, Llermanos viajó a Río Cuarto donde, acompañado por el abogado local Osvaldo Narcisi, presentó un escrito ante el fiscal Di Santo. En él solicitaba que se mantuviera la libertad del joven Facundo Macarrón. “No pedí la eximición de prisión –desmintió Llermanos más tarde, cuando Río Cuarto era un hervidero–. En Córdoba, cuando está la posibilidad de que alguien sea detenido se puede presentar la solicitud de mantener la libertad.”
La petición la realizó, explicó el ex juez a Página/12, para salir al paso de las versiones periodísticas que señalaban la inminente detención de Facundo, hipotéticamente imputado por el asesinato de su madre. Y después de la presentación, Llermanos no pareció tratar de evitar las cámaras. Consultado por los medios, el ex juez sostuvo, el martes por la noche, que “en virtud de las imputaciones públicas contra Facundo, se decidió en forma inmediata adoptar medidas cautelares para evitar cualquier sorpresa procesal de tipo desagradable”.
Al rato, Facundo salió a desmentir la participación de Llermanos. “Estoy muy preocupado por la aparición en escena de este señor que no es mi abogado. No le he dado ningún poder ni autorización para que me represente. Mi abogado es Benjamín Sonzini Astudillo”, declaró el joven. Y al rato, el propio Sonzini Astudillo salió al cruce: “Yo soy el abogado querellante. En ningún momento el hijo de Dalmasso presentó ningún escrito (en relación a la eximición de prisión). Nuestra estrategia no es defensiva, nosotros somos querellantes”. Lo que dijo Facundo y su entonces ex abogado vuelto a serlo fue publicado en el diario La Voz del Interior, lo que, a su vez, provocó reacciones de lo más diversas.
Entonces, lo que pasó en principio como una feroz disputa se terminó explicando como una desinteligencia desafortunada. Durante la mañana de ayer, los dos abogados, Sonzini Astudillo y Llermanos, el ex abogado vuelto a serlo y el que no lo era y lo fue por un rato, se reunieron en la misma casa donde se cometió el crimen para zanjar diferencias y arribar a un acuerdo.
Y lo lograron. No más escucharlos al salir. “Me han preguntado por el doctor (Llermanos) y he dado las mejores referencias –sorprendió Astudillo–. Ha habido desinteligencias pero ya han sido pasadas por encima. No existe ninguna diferencia. Nos hemos puesto de acuerdo. Todo ha quedado en el pasado y ahora estamos persiguiendo un mismo logro y vamos a continuar así: encontrar al o los asesinos de Nora Dalmasso.”
Por su lado, Llermanos confirmó a este diario que había sido convocado por Macarrón padre, “con quien ya me había reunido en mayo para trabajar sobre pedidos de retractación o posibles querellas por calumnias a algunos medios”. Sostuvo que fue el padre quien lo llamó, el lunes, preocupado por las versiones de la inminente detención de su hijo. Llermanos acudió y el martes presentó el escrito. ¿Puede ser representante sin un poder escrito?, preguntó este diario y Llermanos respondió que “en un caso de urgencia, la formalidad pasa a un segundo plano, y después se hace la presentación”. El ex juez no estaba al tanto de por qué Macarrón lo llamó a él teniendo a su abogado Astudillo en el caso. “Yo me presenté directamente porque supuse que Astudillo no intervendría como defensor siendo querellante.”
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