La ciudad de Buenos Aires sumó una característica más a la lista de rasgos con la que se la reconoce en el mundo. No sólo es atractiva a los extranjeros por ser cuna del tango y por su oferta cultural, sino por ser una de las cinco ciudades más baratas del mundo. Así lo destaca el informe sobre la Encuesta Mundial de Costo de Vida elaborada por la consultora internacional Mercer Human Resource Consulting. San Pablo y Río de Janeiro, en cambio, son las dos urbes más caras de la región.

De un total de 143 países, que son examinados todos los años por la consultora de recursos humanos, Buenos Aires ocupa el lugar 139. Este dato reafirma lo que las encuestas tanto nacionales e internacionales vienen destacando y lo que los turistas argentinos y extranjeros comprueban cada día: devaluación mediante, la ciudad dejó de ser uno de los puntos más caros de la región para convertirse en uno de los más accesibles. Para los extranjeros.

La lista de los lugares más baratos la completan Montevideo, ubicada en el puesto 140, Quito, en el 141, le siguen Karachi, Pakistán, en el 142, y Asunción, que se encuentra en el último puesto del ranking. En cambio, las ciudades brasileñas de San Pablo y Río de Janeiro son las más caras para los turistas. La primera se sitúa en la posición 62 y la segunda en el puesto 65.

Este índice se realiza midiendo el costo de más de 200 artículos, que incluye desde vivienda, transporte y entretenimiento hasta el boleto de colectivo y el precio de la ropa. Sus resultados son valorados por las empresas multinacionales y los gobiernos para determinar los salarios de sus empleados expatriados.

El informe detalla las diferencias entre los costos de Buenos Aires y países del Primer Mundo. Un alquiler de un departamento con dos habitaciones cuesta en Buenos Aires unos 600 dólares, cuando en Tokio tendría un costo de más de 4500 dólares, 3600 en Londres, 3500 en Nueva York. O un CD de música cuesta 8,52, lo que representa un regalo en comparación con lo que se pagaría en Nueva York (16,23) o en Praga (22,24). Tal vez, los bajos costos de producción habrán decidido al director de cine Francis Ford Coppola a optar por la ciudad de Buenos Aires para filmar su próxima película.