La empresa metalúrgica Aluar y dos de sus contratistas se encuentran bajo investigación judicial en una causa que fue caratulada como homicidio culposo, tras el derrumbe en un silo que dejó un saldo de diez muertos y tres heridos, en Puerto Madryn. Así lo aseguró el fiscal de esa ciudad, Daniel Báez, quien además informó que el objetivo de su recién comenzada investigación es determinar si alguna de las firmas tuvo responsabilidad en el accidente.

“Estamos tratando desde la fiscalía de ver si hubo conductas humanas negligentes o imprudentes o incumplimiento de reglamentos o falla de materiales que tengan que ver con la conducta humana y que terminan con la muerte de diez personas”, precisó Báez.

A lo largo de un día en el que estuvo muy requerido, el fiscal comentó que tomó intervención en el hecho por comunicación del hospital local, que dio aviso a las autoridades cuando recibió a los heridos, el miércoles a la tarde. Para su sorpresa, no fue Aluar ni las contratistas que trabajaban en la obra, Infa y Cadel Construcciones, quienes alertaron a la Justicia por el hecho. “No es común que esto sea así, más si se tiene en cuenta la magnitud del hecho”, marcó Báez.

En ese sentido, ayer se iniciaron las pericias para determinar las causas del desmoronamiento, según señaló el director de Defensa Civil de Chubut, Evaristo Melo. El funcionario señaló que “se desplomaron alrededor de 13 vigas y, en su caída, arrastraron a trabajadores que estaban en otros niveles”.

Fuentes de la investigación sostuvieron que tres peritos especialistas en ingeniería civil y seguridad industrial fueron los designados para el trabajo junto a la fiscalía. En su primer día de tareas recolectaron pedazos de material para analizar su estructura y composición. Tras esa aproximación, las estimaciones indican que sobre los obreros que estaban en los niveles de abajo cayeron cerca de cuatro toneladas de escombros.

A la hora de explicar la secuencia del desastre, el segundo jefe de bomberos de Puerto Madryn, Pablo García, señaló que los obreros colocaban “vigas de gran porte donde después va apoyado el resto del techo”. A eso agregó: “Por circunstancias que los peritos establecerán, estas vigas cedieron”, y contó que durante el rescate “se pudo observar que (los trabajadores) tenían los arneses correspondientes, por lo que tendrían un anclaje hecho en la estructura” que se derrumbó.

Por otro lado, el director del hospital de Puerto Madryn, Marcelo Vaccaro, aseveró que dos de los tres obreros heridos en el accidente siguen internados allí, con pronóstico “reservado”, aunque con “evolución normal”. En tanto, el tercer lesionado quedó alojado en una clínica privada.

La jefa de Relaciones Externas de Aluar, Mariana Martínez Rivarola, afirmó que autoridades de la empresa y la subcontratista Cadel coordinaron el traslado de los obreros fallecidos, para lo cual mantienen contacto con el consulado de Bolivia, dado que nueve de las diez víctimas eran de esa nacionalidad. El otro fallecido era un ciudadano paraguayo. De todas formas, agregó que “la planta de aluminio está funcionando, pero las obras nuevas están paradas. Estamos de duelo”.

La tragedia se apoderó el miércoles pasado de Puerto Madryn, cuando el techo de un silo en construcción de 30 metros de altura se derrumbó, arrastró a los obreros que trabajaban sobre él y aplastó a quienes lo hacían en niveles inferiores. El saldo fue de diez personas muertas y tres heridas.