“Devuelvan mi escuela”, gritaron a coro alumnos, docentes y padres del colegio Mariano Acosta en una nueva jornada de protesta. Ante lo que consideran una “falta de respuesta” del gobierno porteño, los manifestantes llevaron su reclamo al Ministerio de Educación de la Nación, donde pidieron que se aceleren las reformas en el edificio, cerrado desde que cayó el cielorraso en un aula, y solicitaron un lugar donde acudan los alumnos de los tres niveles, hoy repartidos en diferentes colegios. Funcionarios de la cartera nacional se comprometieron a brindar mañana una respuesta a la demanda. Por su parte, la Defensoría del Pueblo porteño solicitó explicaciones sobre la falta de aulas y de medidas de seguridad en los establecimientos donde hoy se dictan las clases.

El ministerio evaluará tres propuestas de colaboración acordadas en la reunión de ayer: la disponibilidad de edificios públicos nacionales en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, donde se puedan dictar clases en forma transitoria; asesoramiento técnico de funcionarios de la Dirección de Infraestructura escolar que evalúen el desarrollo de las obras en el Acosta y el destino de fondos para alquilar otro edificio o reparar el existente.

La jornada de protesta comenzó con un abrazo simbólico al colegio, en el barrio de Balvanera. El edificio permanece cerrado desde el 3 de junio pasado, cuando se desprendió el cielorraso de durlok en una de las aulas de la planta baja, que estaba vacía. El incidente obligó al ministerio porteño a suspender las clases y a distribuir a los alumnos en diferentes edificios de la ciudad.

La manifestación continuó con una marcha desde el colegio hasta el Palacio Sarmiento. Los manifestantes intentaron entrevistarse con el ministro Daniel Filmus. Finalmente, fueron recibidos por otros dos funcionarios. “Resolvimos presentarnos a Nación porque tenemos severas dudas de que el gobierno de la ciudad esté realizando las reformas y porque no resuelve los problemas actuales de espacio que hay en el dictado de las clases”, explicó Claudia Cesaroni, mamá de un alumno. Los chicos de primaria no asisten a clases, luego de que el Instituto del Viajante resolviera no renovar el contrato de alquiler. El subsecretario de Educación porteño, Luis Liberman, se reunió ayer con el rector del Acosta, Jorge Butera, para acordar la nueva ubicación.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo porteña, el edificio donde concurren los estudiantes de nivel medio (la Universidad Kennedy, en Piedras al 600) no está en condiciones para que asistan alumnos de esa edad. La Defensoría solicitó explicaciones sobre estos problemas y reclamó “una pronta e integral solución tendiente a normalizar la situación en el colegio, donde docentes y alumnos ven afectados sus derechos y el desarrollo del aprendizaje debido a una manifiesta y recurrente incapacidad de las distintas administraciones para resolver los problemas edilicios de larga data”.