Entre críticas de las organizaciones que no avalan el prohibicionismo global en el control de las drogas, la ONU –a través de su Oficina contra la Droga y el Delito (Onudd)– divulgó su informe mundial comenzando con una frase por lo menos optimista: “El problema mundial de las drogas se está logrando frenar”. El mensaje se basa en un análisis de los mercados mundiales de las drogas según el cual éstos permanecieron “mayormente estables” respecto del anterior informe anual. A tal punto que el número de consumidores de drogas ilícitas en el planeta que volvieron a divulgar los funcionarios internacionales es de unos doscientos millones de personas: el cinco por ciento de la población. La salvedad que en el informe se subraya es que, en realidad, el narcotráfico es de un dinamismo y adaptabilidad extraordinarios. Mientras se festeja un leve descenso en el consumo de cocaína de los Estados Unidos, el crecimiento en la Europa occidental no se detiene. La Argentina aparece como un país de tránsito y consumo importante y, según el informe, logró incrementar los decomisos.

Uno de los pilares del informe es el recuento de lo que las fuerzas de seguridad han logrado incautar a los traficantes. Medidos todos los decomisos realizados entre 2005 y 2006, el informe señala que se logró secuestrar el 42 por ciento de la producción mundial de cocaína y el 26 por ciento de la heroína. El efecto sería menor cantidad de droga llegando a manos de los consumidores. Latinoamérica, por la cercanía a los países productores –Colombia, Perú y Bolivia–, es el lugar del mundo en el que más cocaína se ha incautado: el 58 por ciento del total.

Lo que no termina de cuajar a los analistas de la Onudd es la incautación de cannabis. “Disminuyó en 2005, tendencia ésta que se observó en todos los continentes. Se debe –explica el texto divulgado desde Viena– al aumento de las actividades de erradicación, y tal vez se relacione con la disminución del tráfico transnacional resultado del aumento del cultivo interno.”

La marihuana sigue siendo la droga más consumida. Unos 162 millones de personas la consumen aunque sea una vez al año en todo el mundo. Las drogas “problemáticas” para la oficina de la ONU son los opiáceos –como la heroína– y la cocaína sudaca. Del cinco por ciento mundial que usa drogas, la mitad las utiliza regularmente, y el 0,6 por ciento tiene problemas de adicción. Unos 35 millones de personas consumen anfetaminas o estimulantes. Trece millones aspiran cocaína. Argentina ocupa el primer lugar entre los países sudamericanos en el consumo de esta sustancia en personas de entre 15 y 64 años. Los siguen Chile y luego Colombia. En cambio es el tercero, tras estos dos países, en el consumo de cannabis.

El informe revela una posición clara sobre la pertinencia de la erradicación forzosa de cultivos en los países productores de coca. “La estabilidad de la oferta se ha logrado sólo al cabo de intensos esfuerzos de erradicación, especialmente en Colombia”, dice. En el mundo, la superficie cultivada disminuyó, siempre según los cálculos de la Onudd, un 29 por ciento. Mientras en Colombia disminuyó la producción a la mitad, creció en Perú y Bolivia. “Si bien (la oferta) se encuentra frenada, hay indicios de que sigue estando en condiciones de adaptarse. El éxito logrado en la reducción del cultivo de coca entre 2000 y 2006 no dio lugar a la declinación de la producción de cocaína”, asume el informe en su apartado sobre “mercado de coca y cocaína”.

Lo que queda en evidencia es el mejoramiento del mercado ilegal de la mano de la tecnología. “En los últimos años la utilización de fertilizantes y plaguicidas y el mejoramiento de la tecnología de producción han aumentado el rendimiento de las cosechas”, sostiene la ONU. El aumento de lo incautado se registra desde Venezuela a la Argentina. Otro de los datos sorprendentes es el de las nuevas rutas que triangulan el producto sudamericano desde los países productores hacia Africa y luego a Europa. “En Africa la incautación se sextuplicó y en Europa central y occidental se cuadruplicó”, con España a la cabeza. Allí no sólo se secuestró más, sino que además su nivel de consumo por primera vez en la historia, es el más alto del mundo, dejando en un segundo plano a los norteamericanos, que siempre habían liderado el ranking de demanda.