Mientras el abogado Gabriel Novaro se mantenía en estado estable pero crítico, luego de haber sido reducido a tiros por fuerzas del GEOF, el ministro de Interior, Aníbal Fernández, sostuvo que le parecía “inconcebible que (Novaro) no haya sido detenido hasta ayer”, y que “de casualidad no hubo más muertos porque varias veces disparó contra los vecinos”. A todo esto, Virginia Kelm, la pareja de Novaro, rechazó las acusaciones contra Novaro después de haberse presentado a declarar en la causa.

El ministro Fernández destacó que en los últimos meses varios vecinos denunciaron a Novaro por efectuar disparos “y ninguno tomó cartas en el asunto”. El ministro justificó el fuerte operativo policial realizado para detener al abogado atrincherado en su casa de Barrio Parque, por la necesidad de proteger a los vecinos del barrio. Fernández afirmó que las armas que poseía Novaro no eran legales y habrá que determinar quién se las entregó. “No eran armas legales, no se dónde las había conseguido y quién se las ha provisto. Yo no soy mago, no puedo saber si se compró armas de manera ilegal, legalmente no se las compró. No tiene armas legales, las legales se las retiramos todas y están en poder del Estado”, dijo.

Por su lado, la novia de Novaro, Virginia Kelm, acusada por amenazas calificadas contra el albañil Alejandro Abruzzesi, declaró durante tres horas y desmintió haber intimidado al hombre. Reconoció haber acompañado a su pareja hasta la casa del albañil para reclamarle por un trabajo que no realizó pese a haberlo cobrado. El abogado de la joven embarazada de siete meses, Patricio Poplavsky, sostuvo que “ella no lo amenazó jamás” y aseguró que pedirá el sobreseimiento de su cliente porque no cometió delito alguno. Al retirarse del juzgado, Kelm, de 21 años, dijo a los medios que “me preocupa que mi novio esté bien, que se recupere, y que mi embarazo siga todo tranquilo”.