Los 40 autos, dos micros y dos camiones que chocaron ayer cerca de Arroyo Seco, en la Ruta 9, se sumergieron en una pared de neblina y humo. En eso coinciden los testimonios de los sobrevivientes del accidente en el que murieron tres conductores: un chofer de colectivo de larga distancia, el de un camión que cargaba soja y una mujer al volante de su propio coche. Fue en el kilómetro 278, justo frente a una fábrica de ladrillos, y a un kilómetro del peaje. La extraña “oscuridad blanca”, como la llamó una mujer que salió sin rasguños del choque múltiple, permaneció durante horas en el lugar hasta dejar ver la maraña de hierros en la que decenas de personas pasaron parte de la mañana esperando que los rescataran. De los 24 heridos, varios de ellos como resultado de vuelcos espectaculares, tres aún corrían peligro de muerte anoche, entre ellos un nene con una herida severa en la cabeza. El defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, presentará una denuncia penal para que investigue los posibles responsables institucionales en el Estado o la concesionaria.

Estela viajaba con otras siete personas en una Trafic. Lo hace cotidianamente entre las ciudades de Villa Constitución y Rosario. Iba despierta cuando escuchó el ruido de los hierros retorcidos en la ruta. Sólo el sonido del choque, apenas el movimiento fugaz de las luces que todos los vehículos llevaban encendidas para poder avanzar a ciegas. “Había como humo, como una cortina sobre el parabrisas, que no nos permitía ver siquiera la trompa de la camioneta”, contó la mujer, todavía varada en la Ruta 9 a media mañana. “Por suerte, el conductor volanteó hacia la banquina al ver un auto parado adelante”, dijo. Así consiguieron salvarse del choque.

Al lugar llegaron primero la policía y los bomberos de Arroyo Seco. Y luego dotaciones de otros pueblos cercanos. Les resultó complicado llegar: la niebla se extendía por el camino y la ruta quedó cortada durante horas porque los autos y camiones volcados impedían avanzar en las dos manos de la ruta. “Cuando nosotros bajamos, no se veía nada por la niebla y el humo, pero se oían los ruidos de los autos que chocaban entre sí”, contó Estela. El choque se registró en el kilómetro 278, a un kilómetro de la estación de peaje de General Lago.

Cuando Gustavo Frase, el jefe de bomberos de Arroyo Seco, llegó a la escena, al caminar entre los autos vio a un hombre sobre el asfalto y muy herido al chofer del colectivo de la empresa Chevallier. Se imaginó que los muertos serían muchos más. La tercera víctima estaba inmovilizada en su automóvil. El jefe de la policía de Arroyo Seco, comisario Jorge Bustamante, estimó que el número de víctimas fatales era mayor de los tres muertos ya confirmados, y afirmó que tampoco se podían contabilizar los heridos, que eran muchos, “teniendo en cuenta el estado de destrucción total” de los alrededor de 40 vehículos involucrados. “Hasta el momento hay tres fallecidos, pero recién estamos viendo el panorama más claro con la luz del día”, dijo el comisario, quien señaló que “hay muchos heridos, muchas ambulancias y seguimos trabajando en una extensión de más de 400 metros” que abarcaban los autos chocados.

Después del mediodía se contabilizaron las víctimas. Los heridos leves fueron trasladados al hospital de Arroyo Seco, mientras los más graves fueron derivados a San Nicolás y Rosario. Al parecer, todo ocurrió cuando un ómnibus de la empresa Chevallier que se dirigía hacia Buenos Aires y había salido de Rosario se encontró con un auto adelante detenido, a un kilómetro del puesto de peaje. Al frenar bruscamente, lo chocaron de atrás. En la mano contraria al mismo tiempo ocurría lo mismo: probablemente cuando un conductor detuvo su vehículo por carecer de visibilidad, lo chocaron en cadena.

La cadena involucró a unos diez colectivos, y tres decenas de camiones, camionetas y autos, que quedaron desperdigados a lo largo de un kilómetro de la autopista. Pasadas cuatro horas de la tragedia, todavía había bomberos y policías trabajando para rescatar a las víctimas de entre los hierros retorcidos de sus vehículos, en una tarea que se hacía dificultosa y prolongada por la gran cantidad de personas afectadas. Como el tránsito fue desviado hacia una ruta aledaña, allí hubo otro accidente producto del caos: poco antes de las 11, a la altura de Pueblo Esther, en la Ruta Provincial 21, una camioneta volcó. En este segundo accidente murió uno de los pasajeros y dos quedaron heridos.