Silvia Mariel Hoyos Russo, cuyo paradero era desconocido desde la mañana del martes pasado, fue hallada anoche sana y salva en la provincia de Salta, tras lo cual fue internada en un centro de salud de esa ciudad. La desaparición o el supuesto secuestro extorsivo de la mujer embarazada, en Santiago del Estero, venía generando más dudas que certezas. Ayer, voceros de la familia ratificaron que la mujer, de 36 años, estaba entrando al noveno mes de embarazo al momento de su desaparición e incluso señalaron que tenían información según la cual “habría dado a luz una nena”. Carlos Posse, abogado de la familia, le dijo a Página/12 que una tía de la mujer recibió dos mensajes en los cuales “se daba a entender que ya ocurrió el parto y que están bien tanto la madre como la beba”. Uno de los mensajes decía “ya tenemos a la bebé, ahora cuesta el doble”, en alusión al monto del rescate, fijado al comienzo en diez mil pesos. El segundo mensaje aseguraba: “Las dos están bien”. Por el contrario, fuentes de la Brigada Antisecuestros de la Policía Federal confirmaron a este diario que el obstetra que atiende a la mujer “declaró que ella tiene un embarazo de apenas ocho semanas y media”.

Anoche, familiares de la mujer informaron que recibieron una llamada telefónica alrededor de las 19.30 en su hogar de la ciudad de La Banda, que generó un rápido operativo de las policías Federal y salteña. Las fuerzas de seguridad realizaron un allanamiento en el edificio de Absalón Rojas y Bolivia de la capital salteña, donde supuestamente se había indicado que debía dejarse el dinero solicitado por los presuntos secuestradores.

Por la tarde, vos voceros de la Federal –que tiene a una comisión trabajando en el caso, en Santiago del Estero– aseguraron incluso que “todo es muy raro, porque resulta increíble que una banda de secuestradores le permita a su víctima comunicarse con su familia a través de su propio teléfono celular”. Según los familiares, hubo ayer dos mensajes; “el primero enviado del celular de Silvia y el segundo desde un cyber”, se presume que a través de una página de Internet, según lo que afirmó el abogado Carlos Posse. Por su parte, las fuentes de la Federal insistieron en que “el obstetra fue muy preciso cuando dijo que la mujer estaba cumpliendo la octava semana y media de embarazo, de manera que desestima la posibilidad de que haya dado a luz en estos días”.

El abogado Carlos Posse admitió que el profesional, de apellido Aznarez, “la había atendido en un par de consultas, pero ahora está mintiendo respecto del tiempo del embarazo. Por esa razón, nosotros vamos a pedir que se lo cite a declarar para que aclare esta situación”. Las idas y venidas del caso han planteado dudas entre los medios de prensa de Santiago del Estero. Eso se debe a que los investigadores analizan otras hipótesis, además del supuesto secuestro, porque existirían “elementos que llevan a indagar sobre las relaciones familiares o sobre el estado emocional de la mujer”, dijeron las fuentes policiales.

Posse insistió en que lo que dijo el obstetra “es una barbaridad que carece de fundamento, porque la familia tiene ecografías y estudios que demuestran que era un embarazo muy avanzado”. El abogado de la familia, para ratificar sus argumentos, recordó que ayer se reunió con el fiscal federal José Manuel Díaz Vélez, a cargo de la investigación, quien no le hizo “ningún comentario respecto de la fecha del embarazo, de manera que me resulta cada vez menos creíble esta versión sobre las ocho semanas y media”.

El letrado informó que los mensajes de texto fueron recibidos, a las dos y media de la madrugada de ayer, en el celular de Olivia Alicia Russo, tía de la mujer cuyo paradero se ignoraba desde el martes pasado. Ayer, los investigadores mantuvieron una larga conversación con la tía de la mujer desaparecida, quien había sido también la que presentó la denuncia que dio apertura al expediente. “Ya tenemos a la bebé, ahora cuesta el doble” y “las dos están bien”, fueron los textos recibidos por la tía.

Con anterioridad se habían recibido otros mensajes de texto, provenientes también del celular de la embarazada, en el teléfono del marido, Gabriel Acuña. “Los mensajes que recibí yo fueron enviados desde el mismo aparato”, confirmó ayer Acuña. Uno de esos mensajes había provocado conmoción en la familia porque decía: “Por favor, ayúdenme, me la quieren sacar”, en alusión a la beba.

Ante la confusión planteada en el caso, ayer un grupo de peritos de la policía santiagueña realizó consultas entre los familiares de la mujer, cuyo secuestro había sido denunciado, a fin de obtener “un perfil psicológico de la víctima y tratar de armar un cuadro respecto de las relaciones familiares”.

Silvia Mariel Hoyos Russo está radicada en Tucumán, donde estudia medicina junto con su prima Raquel. La desaparición se produjo en Santiago del Estero, donde la mujer se había trasladado con la finalidad de comprar una casa en Pueyrredón y Misiones, en el barrio Palermo de la ciudad de La Banda, donde pensaba irse a vivir con su esposo porque “añoraba a su ciudad y a su familia, con la que quería estar cuando terminara sus estudios”, declaró a la prensa su prima Raquel.