SOCIEDAD
› 33 GRADOS DE SENSACION TERMICA
Un día de verano
El verano se adelantó ayer, en pleno invierno, para los porteños y los habitantes del Litoral y el centro del país, que debieron soportar una jornada agobiante, con una máxima de 31,5 grados a las 15.10, y una sensación térmica de 33 grados. Un día pegajoso, que podría tener hoy su compensación con una fuerte tormenta, chaparrones incluidos, que para la liturgia meteorológica sería un adelanto de la célebre Santa Rosa.
El veranito de ayer se dio, según el Servicio Meteorológico Nacional, por una sucesión de perturbaciones atmosféricas provenientes del Océano Pacífico. El sofocón se sintió con fuerza después del mediodía, y obligó a la gente a dejar a un costado los abrigos que usó hasta hace unos días. El calor se complementó con una elevadísima humedad, que humedeció las baldosas e hizo sudar a los azulejos del baño.
La jornada se convirtió así en la más calurosa registrada durante un invierno desde 1994. La gente se volcó a las plazas, pese a que se sentía más fresco bajo techo que al aire libre. La ola de calor ya había comenzado el sábado, aunque con menor intensidad. Para mañana se prevé un leve descenso: la máxima pronosticada es de 28 grados.
El alivio llegará de la mano de chaparrones que amenazan con ser torrenciales, según el anuncio del Servicio Meteorológico Nacional. El aviso del organismo dependiente de la Fuerza Aérea alertó sobre tormentas y precipitaciones, con vientos moderados provenientes del norte, que podrían ser parte de la tradicional tormenta que se espera cerca de la fecha de Santa Rosa, el 31 de agosto.
Las condiciones climáticas tenderán a mejorar recién a partir del martes, cuando se prevén “vientos moderados del sector norte y temperaturas que rondan los 20 grados en la mínima y 25 grados en la máxima”, según concluye el informe del SMN.