Las originales manifestaciones de Greenpeace parecen no haber sido bienvenidas en Sudáfrica. Según un comunicado emitido por la organización ecologista, el pasado sábado fueron detenidos doce de sus activistas, entre los que se encuentran dos argentinos, y podrían ser deportados por el gobierno sudafricano en los próximos días. Los militantes fueron arrestados después de escalar un edificio dentro del complejo nuclear de Keoberg, en las afueras de Ciudad del Cabo, desde cuya terraza desplegaron un cartel donde se leía “Energía Nuclear, fuera de Africa”. Los argentinos fueron identificados como Leonardo Silva, de 28 años, y Waldemar Wichmann, oriundo de Corrientes, de 33. Al igual que el resto de los detenidos, ambos deberán presentarse ante la Justicia el viernes próximo. Respecto del hecho, Greenpeace declaró que “la acción en Keoberg fue una demostración pacífica y no violenta para sacar a luz los peligros de la industria nuclear y hacer un llamado para que exista un liderazgo en esta Cumbre que impulse el desarrollo de una energía limpia y renovable”.