¿Qué tienen en común la violencia doméstica y la inflación? Hoy poco, pero Amnistía Internacional aspira a que la erradicación del maltrato y las agresiones contra las mujeres en el ámbito familiar se convierta en una cuestión de Estado en el país, al mismo nivel que el problema del aumento de los precios. El martes, la entidad de derechos humanos lanzará una campaña nacional con ese objetivo, que incluye recolección de firmas para exigir medidas efectivas para eliminar este flagelo, afiches en la vía pública para sensibilizar sobre la problemática y la entrega a la presidenta electa, Cristina Fernández, de un programa de acción de catorce puntos con recomendaciones de políticas públicas para su prevención y su combate. El primer punto es una exhortación a los funcionarios y líderes políticos de todos los ámbitos a que condenen la violencia doméstica en forma pública y sistemática, haciendo hincapié en su gravedad. “Argentina debe declarar la guerra contra la violencia de género”, exhortó el director ejecutivo de la delegación de AI en el país, el español Rafael Barca, al adelantar a Página/12 los alcances de la campaña, la primera en la Argentina con esta magnitud.

“La violencia doméstica es una violación recurrente del derecho de la mujer a la integridad física, es una vergüenza para los derechos humanos”, consideró Barca. La campaña se lanza con el lema “Violencia doméstica, un problema de Estado”, unos días antes del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra en todo el mundo el 25 de noviembre.

Cada día, 79 mujeres en promedio se comunican a la Línea de Violencia Familiar del gobierno de la ciudad de Buenos Aires en busca de algún tipo de ayuda. Entre enero y junio de 2007, en las 25 comisarías bonaerenses de la Mujer y la Familia se recibieron 18 mil denuncias relacionadas con violencia doméstica, cuando en todo el año 2006 habían llegado 26.631. “Estas cifras son un escándalo. Si fueran denuncias de hombres maltratados la lucha contra la violencia doméstica ya sería un tema de política de Estado”, analizó el director ejecutivo de AI Argentina.

La organización internacional tomó a partir de 2004 el problema de la violencia contra las mujeres como campaña global. Pero es la primera vez que lanza en el país una iniciativa con estos alcances. La presentación del Plan de Acción de 14 puntos contra la Violencia Doméstica se hará el martes a las 19, en el Centro Cultural Borges. El programa será entregado a la presidenta electa y más adelante a los gobernadores que asuman en cada provincia (ver aparte). “El Estado tiene que tomar conciencia de que debe implementar políticas de largo plazo. Como garante de los derechos humanos de todas las argentinas y todos los argentinos, debe iniciar acciones urgentes y puntuales para que el llamado hogar efectivamente lo sea para las mujeres”, señaló Barca a este diario.

La campaña pondrá el eje en visibilizar la gravedad de la violencia doméstica en la Argentina y la necesidad de enfrentarla con políticas públicas. Y aunque se trata de un flagelo que atraviesa todos los sectores sociales, Amnistía Internacional también hará hincapié en mostrar la barrera que significa la pobreza para dejar de ser víctima de maltratos y agresiones en el interior de sus hogares. “Muchas mujeres no tienen dinero para el colectivo para poder hacer la denuncia. A veces van caminando hasta la comisaría y se enfrentan con que no se las quieren tomar, porque descalifican la denuncia. Cuando salen de su hogar porque temen por su vida, hay mujeres que a veces tienen que elegir entre buscar alimentos o ir a recibir atención psicológica, porque no tienen dinero para los dos viajes”, destacó Barca.

Además del Plan de Acción que será elevado a las autoridades gubernamentales de todo el país, la campaña incluye la recolección de firmas con el fin de exigir medidas “efectivas” para la erradicación de la violencia en el ámbito familiar. Para sensibilizar sobre esta problemática, se pegarán afiches en la vía pública y se inaugurará una muestra con obras de artistas y profesores y alumnos de arte de la UBA que lleva el título Violencia doméstica: tu mirada va a cambiar.