SOCIEDAD › LA UNION EUROPEA Y AL GORE, DUROS CONTRA ESTADOS UNIDOS EN BALI
El Premio Nobel de la Paz acusó a su país de trabar las negociaciones en la cumbre mundial contra el cambio climático y llamó a buscar un acuerdo sin los Estados Unidos. Europa amenazó con no concurrir a la reunión de Hawaii que convocó George Bush para enero.
La Unión Europea (UE) dio un golpe en la mesa. Harta de que Estados Unidos maree el acuerdo en la cumbre del clima en Bali, Indonesia, el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, anunció que Europa no acudirá a la cumbre paralela, la llamada de los grandes contaminadores, que Estados Unidos organiza en Hawaii en enero. Gabriel, el ministro que lleva el peso de la negociación por Europa, advirtió que “si no hay resultados en Bali, no habrá otras reuniones de las economías más poderosas”. El de ayer fue un día agitado en la cumbre: el Premio Nobel de la Paz y ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore acusó a su país de bloquear la negociación e instó a dejarlo afuera para llegar a un acuerdo. La administración Bush respondió de inmediato: dijo que Gore se equivoca y deploró sus dichos.
La UE se suma a la ONU al meter presión a Estados Unidos y aprovecha el momento de debilidad del gobierno de Bush, que llegó a Bali con la cara amable de decir que busca un acuerdo pero sin aceptar ninguna cifra de reducción.
La reunión de Hawaii es un foro paralelo que está montando Estados Unidos con las grandes economías para buscar compromisos voluntarios de reducción de emisiones. Mientras que esos compromisos son libres, la ONU, la UE y el G7 más China quieren incluir compromisos obligatorios: una rebaja en las emisiones de CO2 de entre el 25 y el 40 por ciento en 2020 respecto de 1990 para los países desarrollados y de más de la mitad en 2050.
Esa cifra sigue por el momento en el borrador del acuerdo e hizo encallar las negociaciones. Estados Unidos dijo que no aceptaría ninguna cifra en el acuerdo porque eso “prejuzga la negociación” y la ONU pareció aceptar que de Bali no saldría ninguna cifra. Sin embargo, el propio Gabriel tensó ayer la negociación al pedir ante 130 ministros una reducción de un 40 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero para los países desarrollados.
El secretario de la Convención, Yvo de Boer, ya ironizó sobre su presencia en Hawaii: “Me han dicho que estoy en el programa pero no sé nada”. Naciones Unidas se tomó como un desaire que Estados Unidos haya anunciado una nueva reunión de ese foro, la segunda, en plena cumbre del clima. Humberto Rosa, ministro de Medio Ambiente de Portugal, país que preside el bloque de la UE, agregó que “si fracasamos en Bali, no tendría ningún sentido mantener una reunión en Hawai entre los principales países emisores”.
Ayer también se sumó Al Gore en eso de tensar la cuerda. “No soy un responsable oficial y no estoy obligado a respetar la amabilidad diplomática. Así que voy a decirles una verdad incómoda: mi país, Estados Unidos, es principalmente responsable de la obstrucción de las negociaciones aquí en Bali”, apuntó el ex vicepresidente estadounidense, que el lunes recibió el Premio Nobel de la Paz Junto al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPPC por sus siglas en inglés).
Gore propuso además que se deje un “espacio abierto” en el acuerdo, “con la esperanza” de que el sucesor del presidente George W. Bush, tras los comicios de noviembre de 2008, cambie la posición rígida de ese país, a partir de 2009.
En ese marco, consideró ante los asistentes a la cumbre que “pueden elegir: o dirigen su ira y su frustración contra Estados Unidos, o continúan con el trabajo duro y dejan un hueco en el documento con una nota a pie de página: este documento no está completo. Esperamos que el hueco sea rellenado”. “Aquí empieza un proceso que finalizará en Copenhague dentro de dos años. Y dentro de dos años Estados Unidos será diferente de lo que es hoy. Tienen que tenerlo en cuenta”, afirmó.
En seguida, la Casa Blanca replicó: dijo que el Premio Nobel se equivoca al sostener que Estados Unidos es el obstáculo para el éxito de la conferencia de Bali, y aseguró también que las declaraciones europeas sobre un posible boicot a una reunión sobre el clima en Hawai no son “constructivas”. La vocera de la Casa Blanca, Dana Perino, intentó sin embargo minimizar las declaraciones sobre la posible ausencia de la Unión Europea en una conferencia sobre el clima organizada por Estados Unidos en enero, destacando que esa no parecía ser la posición oficial del bloque.
Del encuentro, que finaliza hoy, participan ministros de Medio Ambiente de todo el mundo con la premisa de acordar una hoja de ruta de futuras negociaciones para establecer compromisos a partir de 2012, cuando llegue a su fin el Protocolo de Kioto. “Estoy muy preocupado por el ritmo de las negociaciones”, reconoció Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Durante la conferencia, ministros de Medio Ambiente de América latina solicitaron ayer a los países industrializados compromisos de reducción de sus emisiones contaminantes. Para Ana Uriarte, ministra de Medio Ambiente de Chile, “las potencias industriales tienen el imperativo ético de incrementar de manera muy significativa la ayuda a los países en vías de desarrollo para facilitar su adaptación, a través de la transferencia de tecnología y con mecanismos financieros apropiados”.
De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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