SOCIEDAD
› COMO SERA EL ACTO DE REPUDIO A LA VIOLENCIA
Una avalancha de adhesiones
Inundados de llamados y e-mails de adhesión, los organizadores de la convocatoria llamaron a hacer sonar, el viernes a las 14, timbres en escuelas, bocinas en autos y aplausos en la calle.
› Por Mariana Carbajal
“Para que la sociedad se despierte porque mientras nos quedemos callados van a seguir matando y secuestrando a nuestros seres queridos.” Así, en pocas palabras, Graciela Brandáriz explicó a Página/12 el espíritu de la jornada a favor de la paz y contra la violencia convocada para el viernes. Graciela será la principal oradora del acto simbólico que se llevará a cabo en el comedor comunitario Los Piletones, en la villa del Bajo Flores. Hace tres meses su esposo, Aníbal, fue asesinado durante un asalto en Avellaneda. La convocatoria de la Red Solidaria, y de comunidades religiosas y educativas, promete ser multitudinaria. En las últimas horas los organizadores recibieron una avalancha de adhesiones: escuelas, universidades, taxistas, grupos scouts, bomberos, empleados de Aerolíneas Argentinas, entidades mercantiles, los clubes River y Boca, hasta el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, el ministro bonaerense de Seguridad, Juan Pablo Cafiero, y el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, expresaron su apoyo. Incluso, centenares de argentinos en el exterior hicieron llegar por e-mail su solidaridad con la movida (ver aparte).
Finalmente, la propuesta de los organizadores es que a partir de las 14 del viernes y por tres minutos cada uno le diga “basta a la violencia” de diferentes formas. Concretamente: en las escuelas se tocarán timbres o campanas, en las iglesias, campanas, en la calle se invita a la gente a aplaudir o golpear los llaveros contra un poste de luz y, en los autos, a tocar bocina. Juan Carr, de la Red Solidaria, se mostró conmovido por las innumerables manifestaciones de apoyo que están recibiendo desde que lanzaron la convocatoria: de diversos sectores y desde distintas provincias. “Es emocionante ver que todo el país quiere decir basta”, comentó a este diario. Ayer, en apenas cuatro horas, entre las 15 y las 19, entraron a la casilla de la Red 80 e-mails de adhesión.
También están impactados el rabino Daniel Goldman y la directora del Instituto Pedro Poveda, Laura Moreno, otros dos impulsores de la “Jornada por la Paz”. “Es muy impresionante lo que está pasando. Están llegando todos los días cientos de e-mails de todo el país y del exterior. Hay una adhesión generalizada”, señaló Goldman. “No doy abasto para contestar todos los mensajes que nos están mandando. Son muchísimos, infinitos”, agregó Moreno.
La Red Solidaria empezó a gestar la idea de esta jornada después del secuestro y asesinato de Diego Peralta. El secuestro de otro adolescente, Juan Pablo Anceschi, alumno del colegio Don Bosco de Ramos Mejía, le dio a la propuesta el empujón final. “Vivimos con miedo y con desconfianza. Pero no queremos que el miedo nos paralice. Queremos tener una actitud activa por el bien, por construir, por edificar”, precisó Carr. El eje central de la convocatoria son las comunidades educativas y religiosas y los comedores comunitarios. La jornada tendrá un acto simbólico en el comedor que dirige Margarita Barrientos, en la villa porteña del Bajo Flores, donde a partir de las 14.03 Graciela Brandáriz, de 43 años, madre de una hija de 14 y de otro de 22, viuda hace tres meses, será la principal oradora. También dirán algunas palabras Marta Canillas, cuyo hijo Juan Manuel, de 23 años, fue asesinado en Núñez hace dos meses luego de haber sido pagado su rescate; Jorge Alfaro, director del colegio Don Bosco de Ramos Mejía, y la madre de Matías Aguirre, un chico de 17 años que está desaparecido hace dos años. Además, Goldman, un pastor anglicano, un imán del centro islámico y Aníbal Filippini, párroco de la parroquia de la villa La Cava, pronunciarán una oración interreligiosa.
“La situación de inseguridad que estamos viviendo es demasiado fuerte para quedarse callado”, reflexionó Brandáriz, cuyo marido murió acribillado mientras le robaban el auto en Avellaneda.
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