SOCIEDAD
› EN LA COSTA FESTEJAN UN AUMENTO DEL TURISMO
Al fin, se largó la temporada
Hoteles e inmobiliarias acusaron un fuerte aumento en los últimos días en Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell. Los comerciantes, sin embargo, dicen que se gasta muy poco.
Como si hubiera, que lo hay, un delgado hilo uniendo valor dólar y turismo interno, en los últimos días la costa atlántica subió al doble de ocupación turística, levantando la pobre y desolada imagen de la primera quincena –que había batido records pero hacia abajo–. Mar del Plata llegó al 70 por ciento de ocupación; en Pinamar festejan anticipadamente la plaza completa para este fin de semana, y Villa Gesell alcanzó la misma afluencia del año pasado a esta parte. Muchos veraneaban antes en Punta del Este o Brasil. Los comerciantes siguen esperando un milagro: se consume lo básico, esto es, alojamiento, algo de comida, alguna sombra playera, quizás cine o teatro. Nada más. En Mar del Plata el gasto promedio diario no llega a 30 pesos, incluyendo todo. Todo es todo. Y en Pinamar, el consumo que antes rondaba los 100 dólares diarios, hoy se reduce a 60, claro está, pesos. El resto del país, sigue esperando.
El inicio de la segunda quincena marplatense fue alentador, promisorio y benéfico. “El fin de semana pasado ya se contaban ingresados casi 200 mil turistas”, señaló a este diario Carlos Piglia, vocero del Ente de Turismo de Mar del Plata, cifra que representa un 70 por ciento de la ocupación hotelera y de viviendas. “La tendencia es a ir mejorando. Es evidente que una gran cantidad decidió renunciar a las vacaciones en el exterior, y a medida que se dispone de efectivo, la gente sale”.
“Uno ya vive de esperanzas”, confesó Miguel Angel Donsini, titular de la Cámara de Inmobiliarias marplatense. “Sigo pensando que las vacaciones son una necesidad psicológica, y que la gente que planeaba ir a Brasil va a venir acá, pero con la intranquilidad que se vive hoy, no se termina de saber qué es lo que va a pasar”. Donsini coincidió en que la segunda quincena de enero elevó el nivel de alquiler de casas y departamentos. “Sesenta por ciento del total. Es bajo pensando en que esta quincena los precios están muy bajos, se mantienen en pesos, y que termina resultando el lugar más barato del mundo”.
Pese a los festejos, los comerciantes siguen con melancolía los cuerpos esquivos del otro lado de la vidriera. El gasto diario promedio por persona es de 29,59 pesos, incluyendo transporte, alojamiento, comidas, alquiler de sombrillas y recreación.
En Pinamar los números también dan para el festejo. Las plazas hoteleras están casi a full, en comparación con el desolado escenario de la primera quincena que apenas si llegó a la mitad. “El fin de semana vamos a completar todo”, agregó exultante Silvia Valente, titular de las inmobiliarias locales, que además acusó mejoras respecto al mismo período del año pasado. En Pinamar el público cambió. “Muchos nos dicen que habían planeado ir a Punta del Este o Brasil. Hay también una cantidad impresionante de adolescentes. Cada diez matrimonios vienen 20 pibes, cuando antes venían cada tanto”.
En Pinamar los precios de los alquileres siguen en pesos, algunos pagan en Patacones, otros con Lecop, y los dueños toman dólares al valor de 1,40. “No tenemos muchos casos que paguen con dólares”, agregó Valente, por no decir ninguno. Apenas si dejan los billetes verdes como engañosa zanahoria: “Depositan la garantía en dólares, pero apenas pueden retirar del cajero, vienen y los cambian”. Si de algo se podía jactar Pinamar hasta este año era de la capacidad de consumo de sus turistas. El año pasado rondaba los cien dólares diarios. En estos días, el promedio bajó susceptiblemente: durante la primera quincena fue de unos 45 y se supone que va a subir pero no más allá de los 60. Pesos, of course.
Villa Gesell siguió la misma línea de recuperación. Su secretario de Turismo, Jorge Ziampris, reconoció que “si seguimos así vamos a estar en los niveles del año pasado, con una ocupación de entre el 70 y el 80 por ciento de las plazas. El consumo está muy resentido. En otros años llegábamos a un gasto promedio por persona de hasta 40 pesos. Ahora estimo que no va a pasar de 25”.
Costa Atlántica y punto. La bonanza no alcanzó al resto del país. El secretario de Turismo, Daniel Scioli, alentó esperanzas asegurando que”luego de la retracción del comienzo de la temporada de verano se produjo un notorio aumento del flujo turístico, de entre el 30 y el 80 por ciento en los diferentes destinos”. Pero nadie que no fuera de la costa atlántica se dio por aludido. Todos, de uno u otro modo, trasladan sus expectativas a febrero, un mes que habitualmente muestra niveles inferiores a enero.