Para conocer en detalle las obras edilicias que pretenden realizar los dueños del Colegio La Salle, que habían anunciado que construirían en la sede del histórico establecimiento un hotel de lujo y un centro de convenciones, la Vicaría Episcopal de Educación del Arzobispado porteño designó a un veedor que opinará sobre el proyecto y los plazos de construcción frente al Arzobispado y fiscalizará que se continúe la obra educativa del colegio. El superior del Colegio, Carlos Albornoz, dijo que espera que la intervención de los legisladores porteños, que ayer alertaron al colegio de que no está aprobado el inicio de las reformas del edificio de Riobamba 650, no termine como la Confitería del Molino, que “si se sigue destruyendo habrá que demoler”.