La Asamblea de Palermo Viejo y varias cooperativas denuncian el intento de cerrar el mercado solidario inaugurado en diciembre.
› Por Eduardo Videla
El primer mercado porteño que se rige bajo los principios de la economía social funciona desde el 1º de diciembre, pero los puesteros y emprendedores que participan de la propuesta denuncian que desde el gobierno porteño se está “boicoteando” la iniciativa. “Hace dos semanas, nos desarmaron los puestos, se los llevaron y luego pusieron un cartel sin membrete que decía ‘Mercado no habilitado’”, dice Inés Fernández, integrante de la Asamblea de Palermo Viejo, entidad promotora del mercado. Los puestos siguieron funcionando de todas maneras, primero en la calle y luego adentro, porque los asambleístas tienen una llave del local. “Pero ya nos hicieron dos propuestas para que nos vayamos a otro lugar”, agrega Fernández. Las trabas que encuentran para su normal funcionamiento, sospechan, tendrían relación con algún destino diferente para el lugar, ubicado en una de las zonas más codiciadas de Buenos Aires. En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, área de la que depende el funcionamiento del mercado, no dieron respuestas ante reiteradas consultas de este diario.
El mercado está ubicado sobre la calle Bonpland al 1600, en el barrio de Palermo. Desde 2002 tiene su sede allí la asamblea de vecinos de Palermo Viejo, que desde ese espacio llevan a cabo un proyecto solidario y cultural. Pero la mayor parte del espacio del viejo mercado –construido en 1914– estaba desocupado: sólo dos antiguos puesteros sobrevivían en el enorme local. Recién en 2007, el proyecto de la Asamblea de rehabilitar el mercado se plasmó en realidad: el Ministerio de la Producción de la gestión Telerman encaró la refacción de los sectores deteriorados y firmó un convenio con la Asamblea y otras trece entidades cooperativas que apuntaba al uso del edificio bajo “los principios de economía solidaria y el comercio justo”.
El acuerdo quedó plasmado en un decreto, firmado por Telerman y su ministro Enrique Rodríguez el 6 de diciembre. Sólo faltaba la redacción de la “letra chica” del convenio, que establecería las condiciones en que sería utilizado el predio. Después de asumido el nuevo gobierno, esos textos nunca se redactaron. Sin embargo, el mercado siguió funcionando todos los sábados, hasta que fue cerrado por el gobierno porteño el primer fin de semana de febrero.
Desde la Asamblea de Palermo Viejo y las cooperativas que participan en el mercado responsabilizan por el intento de cierre al director de Mercados y Ferias del gobierno porteño, Rolando Berón. “Desde que se firmó el convenio, nunca nos recibió, y el 1º de febrero pasado, cuando estábamos reunidos en la Procuración de la Ciudad para discutir la reglamentación del decreto, Berón ordenó desarmar y retirar los puestos del mercado”, aseguró a Página/12 Gustavo Vera, presidente de la Cooperativa 20 de Diciembre y miembro del Centro Comunitario La Alameda.
“Nos dijeron que iban a limpiar el lugar, , pero dos semanas después no hicieron nada. Estamos haciendo nosotros la limpieza”, dice Inés Fernández. Luego del secuestro de los puestos, relata Vera, apareció un cartel en la puerta, “ escrito en computadora” que rezaba: “Mercado no habilitado para funcionar”.
“Nos mienten, Nos están usando para meter otro tipo de proyecto”, especula. Y revela que desde el despacho de Berón les ofrecieron trasladarse al Pasaje Darwin –un espacio inhóspito, construido para la feria de Plaza Cortázar, que nunca fue utilizado– y a la salida de la estación Carranza de subterráneos.
“En nuestro proyecto, tenemos el asesoramiento de los técnicos del INTI, y los productores cuentan con la asistencia del INTA”, aclara Fernández. En los 60 puestos del mercado se comercializan productos sin agroquímicos o elaborados por empresas recuperadas o libres de trabajo esclavo.
¿Quién es Rolando Berón? Durante la gestión Telerman, estuvo a cargo del área de Defensa del Consumidor, en el Ministerio de la Producción, y cuando asumió Mauricio Macri, pasó al Ministerio de Ambiente y Espacio Público, en la órbita de la Subsecretaría de Mantenimiento Urbano. En ambas dependencias quedó a cargo de la inspección de los mercados y ferias instalados en lugares públicos. Según fuentes del macrismo, responde al sector peronista de esa fuerza, alineado con el ex gobernador de Misiones Ramón Puerta.
Justamente por su desempeño en el contralor de ferias, Berón es cuestionado además por la Asamblea de Villa Mitre y Santa Rita, ya que el funcionario habría negado la habilitación a la feria de artesanos que funciona en la Plaza Roque Sáenz Peña. Y fue denunciado por un inspector, al que desplazó de su puesto después de haber descubierto irregularidades en el control de ferias artesanales de la ciudad, según publicó Página/12 en su edición de ayer.
Los asambleístas y las cooperativas anunciaron que, de todas formas, abrirán las puertas este sábado. “Estas medidas nos destrozan, porque en vez de crecer, como teníamos pensado, tenemos que salir a alquilar puestos. Pero no podemos perder el vínculo con los vecinos y los clientes que vienen a buscar nuestros productos”, destaca la representante de la Asamblea.
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