Estimular el deseo sexual de un oso panda no es tarea fácil. Los científicos chinos de la reserva Wolong, que intentan lograr que estos animales en cautiverio se reproduzcan, no escatimaron recursos. Primero fue el porno para pandas: les pasaron películas de osos apareándose. Pero no hubo caso. El siguiente intento fue el Viagra: Zhuang Zhuang recibió una cantidad equivalente a una dosis y media de los hombres. Y otra vez, nada. Según Guo Feng, científico de la Academia de Ciencias, el problema no fue el Viagra sino que es demasiado viejo. “Hemos dado muchas posibilidades a Zhuang Zhuang, pero simplemente él no puede”, dictaminó.