La Defensoría del Pueblo porteña le reclamó al gobierno de la ciudad un informe sobre las obras de refacción de escuelas que se realizaron durante el verano. Lo hizo ayer, después de haber hecho dos pedidos por escrito en diciembre y a principios de febrero y ante el inminente comienzo de las clases, el lunes próximo. “Se ha hecho muy poco, en función del diagnóstico, ya que se dijo que el 65 por ciento de las escuelas porteñas son riesgosas”, dijo el defensor adjunto, Gustavo Lesbegueris. Voceros del Ministerio de Educación de la ciudad aseguraron a Página/12 que “en 48 horas se entregará el informe a la Defensoría”. El propio ministro Mariano Narodovski había dicho en diciembre que “alrededor de 180 edificios escolares presentan riesgos para los alumnos y docentes”.

La Defensoría del Pueblo hizo el primer pedido de informes el 20 de diciembre último, nueve días después de que Mauricio Macri, en uno de sus primeros actos de gobierno, anunciara un plan de obras para las escuelas más deterioradas a realizarse durante el receso de verano, en el marco de la Ley de Emergencia de la Infraestructura Escolar, sancionada en diciembre.

“El pedido se hizo a partir de la inquietud de padres y docentes, en especial en aquellas escuelas en que había demanda por serios problemas de infraestructura”, explicó Lesbegueris a este diario. El pedido de informes indagaba sobre:

u Nómina de edificios escolares incorporados a la emergencia edilicia.

u Forma de contratación de las obras a ejecutar en cada edificio.

u Plan de obras, con fecha de inicio y plazo estimado de ejecución.

u Presupuestos de los trabajos a realizar.

Lesbegueris había estado presente, el 11 de diciembre, en la presentación de las obras que hicieron Macri y Narodovski. En esa ocasión, el defensor adjunto presentó un informe de la Defensoría sobre el estado calamitoso de muchas escuelas y les propuso a los representantes del Ejecutivo que “hagan público el diagnóstico técnico y las condiciones de seguridad, accesibilidad y habitabilidad de los edificios, así como el plan de obras previsto”. Como el pedido de informes no fue respondido, Lesbegueris hizo una nueva presentación el 8 de febrero último.

“Ante el inminente inicio del ciclo lectivo, exhortamos nuevamente al ministerio a dar publicidad el plan de obras, escuela por escuela, y el diagnóstico sobre las condiciones edilicias de cada establecimiento”, afirmó ayer Lesbegueris. Hasta el momento, según la información difundida por el ministerio, se licitaron obras en 65 escuelas y, como en muchas no hubo ofertas, se licitaron nuevamente. “Están a punto de adjudicarse”, informó a este diario el subsecretario de Gestión Económica y Administración de Recursos, Andrés Ibarra. “Y hay otras 213 licitaciones en proceso de largada”, adelantó.

Fuentes de Educación aclararon que “es voluntad del ministerio la trasparencia en la gestión” y explicaron que el pedido de la Defensoría no se respondió por “una falla en el circuito interno del ministerio”. Adelantaron que los datos se darán a conocer “en 48 horas”.

Lesbegueris se mostró preocupado porque las licitaciones que avanzaron hasta ahora son por obras de “albañilería y pintura, cuando hay escuelas que tienen problemas más graves, de electricidad y gas, entre otros”. “En principio, parecen pocas las escuelas licitadas y menores los trabajos a ejecutar, si se lo compara con lo expresado por el ministro, sobre el grave deterioro que presenta el 65 por ciento de los edificios escolares”, opinó el defensor. Si bien consideró “comprensible que la crítica situación no puede resolverse de un día para otro”, advirtió que “finaliza otro receso escolar sin que se ejecuten trabajos de refacción, y la comunidad escolar se verá afectada por obras que se realicen en el horario de clases”.

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