SOCIEDAD › UN POLICIA RETIRADO PROCESADO POR ESPIAR A HIJOS APARECIO COMO CUSTODIO EN UN ACTO CON SCIOLI
En un homenaje a Mariano Mores, la mesa del gobernador estuvo vigilada por un hombre imputado por espionaje a HIJOS.
› Por Carlos Rodríguez
El 18 de febrero, en el día de su cumpleaños número 90, el músico Mariano Mores recibió un merecido homenaje en el hotel Hermitage de Mar del Plata. Ni se debe haber enterado que durante toda la noche, mientras compartía una mesa con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, a sus espaldas tenían como custodio –designado por el hotel– a un policía bonaerense, hoy retirado, que está procesado por un caso comprobado de “espionaje ideológico” a la agrupación HIJOS de esa ciudad balnearia. Angel Eduardo Vattimo, quien se habría jubilado en forma reciente sin recibir ninguna sanción a pesar del pedido de HIJOS para que lo expulsaran de la fuerza, está procesado por una persecución sistemática de la agrupación que quedó al descubierto el 24 de noviembre de 2002, durante un “escrache” a la Base Naval de Mar del Plata, que funcionó como centro clandestino de detención durante la dictadura. Ese día, la policía bonaerense tomó fotografías de medio cuerpo o de los rostros de los manifestantes, en abierta violación a las normas que prohíben el espionaje interno.
“La causa, en la que están involucrados y procesados cinco policías, sigue abierta en la Justicia y todavía sin definición, porque se comprobó que en la misma marcha hubo presencia de automóviles y de personal de la Secretaría de Inteligencia de Estado (Side). Esa parte de la investigación fue derivada a la Justicia federal”, explicó a Página/12 Marcelo Núñez, de HIJOS de Mar del Plata. “Lo que quedó demostrado es que la policía sigue realizando espionaje ideológico. Ocho de las fotos que tomaron, aunque se presume que sacaron muchas más, fueron rescatadas, con la ayuda de un perito informático, de una computadora de la Policía Científica.” Está demostrado que hubo un intento de destrucción de la prueba. La investigación del caso comenzó con la denuncia de HIJOS en 2002 y se conoció públicamente en febrero de 2004 a partir de la resolución de un hábeas data interpuesto por esa entidad ante el juez Marcelo Madina.
Los principales imputados en el espionaje ilegal son el entonces suboficial mayor Angel Eduardo Vattimo, el cabo primero Gabriel Angel Ursini y el fotógrafo policial Víctor Alejandro Heugas, quien tenía el grado de cabo primero y que trabajaba para la Policía Científica. Heugas tomó fotos digitales de los “rostros y de medio cuerpo” de “cuanto menos ocho manifestantes”. El fotógrafo se movilizaba en un patrullero Seat Toledo con chofer. Vattimo y Ursini, por su parte, formaban parte de la Oficina de Operaciones de la Jefatura Departamental marplatense, entonces a cargo del comisario Guillermo Britos.
Los otros imputados por el fiscal Pablo Cistoldi son el comisario inspector Juan José Ganduglia, entonces segundo jefe de la Departamental, y la subcomisaria Gladys Wehrki. Ganduglia fue quien firmó la orden de servicio para que los responsables del espionaje concurrieran al acto de HIJOS, mientras que Wehrki era la superior inmediata de Vattimo y Ursini. La presencia policial, el día del acto en la Base Naval, fue constatada por una foto sacada por uno de los miembros de HIJOS. El conductor del Seat Toledo era el sargento primero Carlos Bader, quien no fue acusado.
Vattimo y Ursini llegaron en un Peugeot 504, de color blanco, propiedad del segundo de los nombrados. En la causa quedó asentado que los dos estaban asignados, según se consignó en la causa, a una “inorgánica seudodependencia denominada ‘Relaciones con la Comunidad’, lo que les daba aún mayor libertad de acción”. La primera nota sobre la presencia de Vattimo en la fiesta del cumpleaños de Mariano Mores salió publicada, el 20 de febrero, en el diario El Atlántico de Mar del Plata, con la firma de la periodista María Belén Cano.
Allí se consigna un dato que agrava el hecho de la presencia de Vattimo en un acto público, detrás de Mores, Scioli, su esposa Karina Rabolini y el dueño del hotel Hermitage, Florencio Aldrey Iglesias, propietario del diario La Capital de Mar del Plata, de otros cuatro medios de difusión y del Casino del Mar. Tanto Vattimo como Ursini, según figura en sus legajos, fueron miembros de la Dirección de Inteligencia de la provincia de Buenos Aires (Dipba), que tuvo a su cargo la persecución política durante la dictadura militar. La Dipba fue disuelta en 1998. Vattimo trabajó en una división denominada “factor político” desde su ingreso a la policía bonaerense, en el año 1976.
El juez Madina, en la causa por el espionaje a HIJOS, dijo que los imputados “hacen inteligencia policial de manera absolutamente informal, anárquica, sin responder a directivas precisas, sin reportar formalmente sobre su actividad a nadie, sin control específico, sin registro de sus trabajos y (...) sin asentamiento concreto, más allá de su pertenencia a Operaciones”. El juez dijo que lo expuesto “desnuda lo peor del espionaje policial ideológico” porque “no efectúan inteligencia policial orgánica” y porque “gozan de una absoluta discrecionalidad (...) lo que es decididamente peligroso e inaudito en una institución tan vertical como la policía provincial, salvo que se utilice para fines espurios”.
Vattimos no está condenado todavía y al parecer siguió en funciones hasta hace unos meses, cuando decidió jubilarse. De todos modos, sigue trabajando como custodio en el Hermitage y nadie parece recordar sus antecedentes, con la excepción de HIJOS, una de cuyas integrantes denunció amenazas y persecución a mediados de enero de este año.
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