En la ciudad de Viedma una ordenanza municipal exige que las “alternadoras” de las “whisquerías” habilitadas por el Ejecutivo local renueven cada 28 días su libreta sanitaria, a un costo de 15 pesos el trámite, reveló a Página/12 Zulema Cancino, secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar). Para ello las mujeres deben pedir un turno en el Hospital Zatti, donde tienen que realizarse mensualmente exámenes vaginales y de VIH para obtener el “apto médico” para ser explotadas sexualmente en los burdeles. “La libreta la renueva el área de Seguridad e Higiene. Los inspectores van a los boliches y si detectan a alguna de las ‘alternadoras’ sin libreta sanitaria, clausuran el local y les ponen una multa de 25 mil pesos para poder volver a abrir”, detalló Cancino. Estas normativas, agregó, se replican en el resto de los municipios de la provincia Río Negro y rigen para las mujeres explotadas en cabarets y no para las que trabajan por su cuenta en las rutas.