“Me gratifica saber que en este hospital disminuyeron de 600 a 200 las consultas, y que la misma disminución se registra en los centros de atención primaria”, dijo ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de visita por el Hospital Federico Abete del partido de Malvinas Argentinas. Allí son derivados los pacientes bonaerenses que presentan los cuadros más graves. Acompañada por al gobernador Daniel Scioli, el ministro de Salud Juan Luis Manzur y su par provincial Claudio Zin, Fernández pidió a la población actuar “con responsabilidad y una prudencia muy grande” ante la pandemia de este nuevo virus.

“En temas de salud y en especial con la gripe A seamos responsables. Ante una duda no hay que publicar sino consultar, porque una equivocación crea problemas. La gente entra en pánico”, comentó la Presidenta. “Muchas veces no hay certezas, nadie procede con infalibilidad ni puede decir que esto es ciento por ciento de determinada manera”, dijo Fernández, quien recomendó que, ante ese panorama, lo mejor es actuar “con responsabilidad social e institucional, seguir trabajando fuertemente”.

El intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, fue el guía de la visita que tenía, entre otros fines, la inauguración del equipamiento cuyo sistema permite detectar contagios con precisión en un lapso de cuatro horas (ver aparte). Después hubo una recorrida por el hospital, inaugurado por la Presidenta el año pasado, donde supo que habían bajado las consultas aunque aclaró que esto no tiene relación con “los picos o la curva” de la patología. “El cambio ayuda a los centros que se encuentran sobresaturados”, aseguró.

Al ser consultada, durante la rueda de prensa, sobre la eventual necesidad de cerrar cines, teatros y otros espacios masivos, Fernández contestó que no hay que descartar nada y señaló que el gobierno nacional, por recomendación del comité de expertos, “actúa con antelación a los hechos, en prevención”. “Se trata de un virus absolutamente nuevo, y en la medida que se descubren cosas se toman las medidas necesarias”, afirmó en referencia a las licencias a grupos de riesgo, como los estudiantes, embarazadas o pacientes inmunodeprimidos. “Manejamos esto con criterio científico y responsabilidad social”, sentenció.

Fernández también advirtió que se detectó actividad del virus en pleno verano en Madrid, donde con temperaturas de 40 grados resultó contagiada una embarazada. A su lado, Manzur, el flamante ministro de Salud, informó que se comenzaron a distribuir ayer 300.000 dosis del antiviral recomendado, a lo que la próxima semana se sumarán otras 500.000 dosis. “El Gobierno está siendo extremadamente respetuoso de las libertades individuales”, dijo el ministro al hablar sobre las restricciones dispuestas para evitar contagios. Luego pidió “responsabilidad individual y social” para evitar la propagación de la nueva gripe. Su par bonaerense, Claudio Zin, dijo que el lunes se analizarán nuevas medidas. “Estamos monitoreando la situación en hospitales públicos –agregó–. Si se sostiene el pico (de casos) habrá que sentarse a pensar”.