Para agilizar los tiempos que demanda analizar las muestras de pacientes que puedan ser portadores del virus de la influenza A H1N1, desde la semana próxima el Hospital Federico Abete, del partido bonaerense de Malvinas Argentinas, se convertirá en el instituto de recepción de las muestras que necesiten confirmarse o rechazarse como positivas, en un plazo que se estima demandará unas cuatro horas. Hoy, los tests que realiza el Instituto Malbrán tienen una demora estimada en 25 días.

Fue la presidenta Cristina Fernández quien ayer confirmó que con la adquisición del equipo, proveniente de Estados Unidos, esa institución se convertía en el “principal centro de derivación de casos sospechados de gripe A”. Estuvo acompañada por Graciela Bonfligi, directora de ese centro sanitario, quien en diálogo con Página/12 aseguró que el nuevo equipamiento estará listo para ser puesto en funcionamiento “a partir de la próxima semana, cuando lleguen los reactivos necesarios que estamos esperando”.

El dispositivo en cuestión es “un ciclador en tiempo real”, un equipo operado por un solo técnico, con capacidad para analizar 24 muestras a la vez, y cuya función será ayudar a detectar la presencia del virus de la influenza A.

Con un costo de 50 mil dólares, este dispositivo, que fue adquirido por el municipio de Malvinas Argentinas, podrá detectar otros virus, “incluso el de dengue”, según estimó Bonfligi. Para aumentar la capacidad de analizar más muestras que presenten sospechas, el ciclador del Hospital Abete trabajará en conjunto con otro equipo de características similares al que funciona en el Instituto Malbrán.

Con esta nueva adquisición, el centro de salud estará en condiciones de realizar, al mismo tiempo, el diagnóstico de la influenza A en casos con un cuadro clínico de dudosa determinación y, a su vez, diferenciar aquellos pacientes que padecen gripe común.

Una vez finalizado el trabajo del ciclador en tiempo real –cuya duración se estima en unas cuatro horas–, el técnico recibirá los resultados del cultivo en la pantalla de una computadora especialmente destinada para este análisis.

Además de la compra del nuevo equipamiento, la directora del Hospital Abete anunció que se sumaron 20 camas al servicio de este hospital, con las cuales se amplía la capacidad de internación a 140 pacientes. Al cierre de esta edición, 90 personas se encontraban internadas en el nosocomio, entre ellas, 16 niños.

“La Presidenta se comprometió a financiar los kits que necesitamos para realizar los análisis que nos permitan afirmar o rechazar si los casos dudosos de influenza que llegan al laboratorio son positivos”, afirmó la médica especialista en terapia intensiva. Estos kits, que se espera lleguen desde Estados Unidos, tienen un costo de 26 dólares por paciente. Sobre la toma de muestras en el hospital, Bonfligi precisó que hoy por hoy y hasta que se habilite el nuevo equipo “los internados son los únicos pacientes a los que se les practican hisopados. A todos los demás pacientes sintomáticos que vienen a atenderse al hospital se les practica un examen clínico, se les saca la placa de tórax y se les hace una oximetría”, precisó la directora y finalmente dijo: “Si la evaluación lo indica, se los medica directamente y se los manda a la casa para controlarlos en 24 horas”.

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