Por H. C. y R. K.

El caso García Belsunce presentó giros de importancia: ayer, el titular de la DDI de San Isidro, Aníbal Degastaldi, reveló a Página/12 que el fiscal Diego Molina Pico tiene bajo consideración realizar “inminentes detenciones”. Cuando este diario preguntó “¿De quién?”, el comisario se reservó la información. Según fuentes oficiales platenses, “uno de los médicos”. Se trataría de Juan Ramón Gauvry Gordon, de 34 años, más conocido por el papel que tuvo en la causa que por su apellido. Gauvry Gordon es el profesional de Paramedic, el primero que llegó en servicio de emergencia a pedido de la familia. Pese a la rigurosa vigilancia del country Carmel, el paso de la ambulancia UTIM 27, de Paramedic, no fue registrado por los guardias. Gordon tomó el caso como un accidente de acuerdo con lo sugerido por la familia y ordenó limpiar las manchas de sangre que aparecían hasta el techo. Además de Gauvry Gordon, los peritos hallaron otra evidencia encubierta: después de un día de búsqueda en el pozo ciego, apareció el pituto que la familia arrojó por el inodoro. Se confirmó: era el sexto pituto de 32 milímetros.
Como si se tratara de Cumbres borrascosas o “Dinasty”, la trágica historia de María Marta García Belsunce oculta en sus ámbitos más íntimos las evidencias de su oscuro desenlace. Evidencias que los investigadores policiales van obteniendo como si se tratara de una novela por entregas, luchando por descorrer los telones que mantienen un rancio apellido sobre un pedestal que despide olores cada vez más rancios.
Uno de los puntos más oscuros del caso es el momento en que arriba Gauvry Gordon, en la ambulancia de Paramedic. La empresa es contratada para emergencias por OSDE, la obra social a la que pertenecía María Marta. La ambulancia UTIM 27 llegó a la puerta del country alrededor de las 19.15. Ingresó, porque es obvio que lo hizo, aunque su paso por la guardia no figura en los registros.
El propio Gauvry Gordon declaró luego de que llegó al country para atender “un paciente con pérdida de conocimiento”, pero cuando llegó, Carlos Carrascosa y Betty, la kinesióloga, le avisaron que la mujer estaba muerta por un fuerte golpe recibido en la cabeza. Cuando subió al primer piso, dijo haber visto a María Marta en el piso del baño y la bañadera llena de agua con sangre, pero negó haber visto sangre en otro sector de la casa. Gordon sostuvo que siguió el protocolo y durante media hora realizó técnicas de reanimación sin éxito. Alrededor de las 19.30, llegó el otro médico (Santiago Biasi, de Emernort). Aseguró que después ambos coincidieron en que se trataba de un accidente e insistió que Biasi nunca habló de muerte violenta (ver aparte). También, admitió, fue él quien ordenó que se limpiaran las manchas de sangre en el baño “para que la familia no viera una escena tan tétrica”.
“Hay detenciones inminentes –aseguró Degastaldi a este diario–. Están a consideración del fiscal (Molina Pico)”. “¿De quiénes?”, preguntó Página/12, pero Degastaldi no reveló las identidades. Desde La Plata, fuentes oficiales revelaron que se trataría del médico de Paramedic, de quien están convencidos que sabe algo más que lo declarado. Según uno de los investigadores del caso, “tenemos muchas preguntas alrededor del médico. Por el momento, no está claro que algún allegado muy directo a María Marta haya sido el autor del crimen”. Algunos investigadores sostienen que en realidad se dedicaron a ocultar una prueba tras otra. Los motivos aún son confusos. Como anticipó este diario, esos investigadores creen que podrían haber tapado pruebas con la intención de evitar un escándalo, quizás relacionado con algún amorío de la víctima (según la hipótesis del crimen pasional) o con algún negocio poco claro (según la hipótesis del crimen con trasfondos económicos). En ambos casos, el buen nombre familiar quedaría manchado.
De ser así, ocurrió todo lo contrario: como un elefante en un bazar, cada explicación familiar envolvió en sospechas el caso y dio pistas a losinvestigadores. En las próximas horas se sabrá si las pisadas paquidérmicas aplastaron a Gauvry Gordon.