En Mar del Plata existe el reclutamiento de adolescentes pero más que para robar, los utilizan para la venta de drogas. El caso de Andrés R. de 17 años, es paradigmático. Le encantaba hacer malabares en la esquina de una avenida que conduce hacia la Sierra de los Padres. Soñaba con trabajar en un circo. Vivió junto a su abuela y seis hermanos en un rancho. Su madre había fallecido. Eran tutelados por el dec.-ley 10.067 ya derogado. Al expediente tutelar se le fueron agregando causas penales. En Mar del Plata la ley Penal Juvenil entró en vigencia en noviembre de 2008, cuando Stornelli discutía que la Bonaerense no reclutaba. A partir de allí, el expediente tutelar siguió en un Tribunal de Menores y comenzó a tener causas, una tentativa de robo con una navaja y una tentativa de robo por escalamiento. Suficiente para ser reclutado para la venta de drogas. Andrés era adicto al tolueno y la cocaína. Le pagaban con droga. Lo encontraron durante un allanamiento en una casilla de un mayor, junto a otro adolescente con armas y drogas. Iba a ser internado en una comunidad, lo que significaba su rehabilitación. No lo dejaron. En enero de este año lo encontraron muerto a 300 metros de la casa del reclutador.