SOCIEDAD
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Quimioterapia en bajas dosis
› Por Pedro Lipcovich
“Puede que menos sea más”, tituló la revista del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el 16 de enero pasado, la nota que plantea la perspectiva de cambiar los criterios para la quimioterapia en el cáncer: de la actual administración puntual en altas dosis podría pasarse en ciertos casos a tratamientos en pequeñas dosis, en forma continuada durante lapsos prolongados, lo cual evitaría los fuertes efectos secundarios que suelen tener estos tratamientos. “La hipótesis es que el mismo medicamento que, en altas dosis concentradas, actúa directamente contra el tumor, en dosis bajas continuadas impide que se formen los vasos sanguíneos que nutrirían al tumor”, afirma Daniel Bonfil, jefe del Laboratorio de Investigación del Cáncer del Conicet.
Por otra parte, la posibilidad de influir sobre la generación de vasos sanguíneos podrá utilizarse –por el camino inverso– para combatir afecciones cardíacas: “En la isquemia de miocardio, el problema es que falta vascularización y la posibilidad, entonces, es administrar factores que, como ya lo hacen los tumores, induzcan la creación de vasos sanguíneos: ya se ha experimentado esto en animales, concretamente en cerdos, y se constató que el corazón puede revascularizarse”, cuenta Bonfil.
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