Desde el jueves pasado Ricardo Barreda está detenido en el penal de Olmos, tras incumplir con el marco legal que su prisión domiciliaria le dictaba. El odontólogo había sido registrado, el lunes 17 de enero, por una cámara de Canal 9 mientras caminaba por la calle. Luego de evaluar las imágenes televisivas, los dichos de testigos y los argumentos del condenado, el juez Raúl Dalto resolvió revocar el beneficio del arresto domiciliario, con el que contaba Barreda desde hace dos años, otorgado en razón de su elevada edad.

La filmación mostraba al odontólogo caminando por el barrio de Belgrano con una bolsa de nylon en la mano, a varios metros del edificio donde convivía con su novia. Dalto consideró que la salida “no estaba permitida y, en consecuencia, Barreda ha quebrantado el arresto domiciliario” del que gozaba desde mayo de 2008.

El juez sostuvo que, con las imágenes y los testimonios, quedó “plenamente acreditado” que el condenado transgredió las condiciones de su beneficio. Barreda sostuvo que ese día había ido a una farmacia para tomarse la presión. Los testimonios de las empleadas del comercio no convencieron al magistrado, por lo que no consideró acreditado que Barreda haya controlado allí su presión. A raíz de esto el homicida fue enviado al penal bonaerense de Olmos, bajo un régimen semicerrado.