SOCIEDAD
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Tras las huellas de ET
› Por Pedro Lipcovich
Un día, dentro de las próximas semanas, el radiotelescopio gigante de Arecibo, Puerto Rico, dedicará las 24 horas a examinar cien posibles fuentes de emisión procedentes de inteligencias extraterrestres, a partir de datos procesados por los dos millones de computadoras personales adheridas al plan SETI (Search for Extraterrestrial Life and Intelligence; http://setiathome.ssl.berkeley.edu), fundado por el recordado científico y divulgador Carl Sagan.
El discreto trabajo de las millones de PC (similar al descripto para fines médicos en la nota principal) permitió discernir hasta ahora cuatro mil millones de señales candidatas, que a su vez pasaron por sucesivas etapas de selección según criterios elaborados por científicos del SETI.
Luego de descartar señales que puedan corresponder a interferencias de radio procedentes de la Tierra, los parámetros de selección dan prioridad a señales que parezcan proceder de estrellas o galaxias conocidas y en especial de estrellas similares al sol.
En cuanto a la selección que se entregará a los radioastrónomos de Arecibo, “como siempre en SETI, las probabilidades de finalmente detectar una trasmisión alienígena son pocas. Aun así, esas 24 horas representan las mejores oportunidades hasta ahora de encontrar esa elusiva señal”, según The Planetary Society, que regentea el programa y que tiene prometido inmortalizar, entre los descubridores, el nombre del dueño de la máquina que detecte la auténtica vocecita de ET.
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