Daniel Gómez –director del laboratorio de oncología molecular de la Universidad de Quilmes y miembro del consejo ejecutivo del Instituto Nacional del Cáncer, del Ministerio de Salud– destacó que “el estudio es un llamado de atención: no llega a afirmar que el uso del celular produzca cáncer ni que no lo produzca; es un ‘podría’, y se refiere especialmente a los gliomas, es decir, los tumores en las células llamadas gliales, que sirven de sostén y soporte nutricio a las neuronas. El informe, por una parte, se abre a investigaciones que, desde ese ‘podría’, conduzcan a un ‘sí’ o un ‘no’; en esos estudios bien podrá participar la Argentina, que está en los primeros niveles en la investigación del cáncer en América latina”.

“Por otra parte, y mientras se investiga –subrayó Gómez– el informe de la IARC indica como necesario utilizar el celular con cautela: no hablar más de lo necesario; cuando es posible, preferir el teléfono fijo, y apelar al ‘manos libres’ o auriculares. Hay que tener presente que la radiación disminuye con el cuadrado de la distancia, es decir que, por ejemplo, tener el aparato a un centímetro de la oreja implica bastante menos radiación que tenerlo apoyado.”