En las zonas afectadas por la actividad del volcán chileno Puyehue, la población debe mantener cerradas las puertas y ventanas de sus hogares para evitar que ingresen las cenizas volcánicas. Los afectados comenzaron con la limpieza del exterior: por lo que debieron humedecer el polvillo antes del barrido para guardarlo en bolsas de polietileno para su recolección. Los vecinos debieron tapar todos los tanques de agua y utilizar su contenido para tareas de limpieza o cocinar. Para el consumo, las autoridades recomendaron el uso de agua mineral o hervir agua con dos gotas de lavandina por litro durante cinco minutos. También pidieron a los conductores que utilicen sus vehículos en caso de emergencia y a una velocidad de no más de 25 kilómetros por hora. Frente a una eventual alarma sobre la posible reiteración del fenómeno, los expertos indicaron a los pobladores que abandonen su lugar de trabajo y regresen a sus hogares. Y quienes se encuentren al aire libre, cuando comience la lluvia de cenizas se les recomendó que busquen refugio en edificios, autos o permanecer bajo techo “hasta que la ceniza se haya asentado”.