SOCIEDAD
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Críticas para el acusado y el acusador
› Por Mariana Carbajal
“En programas de divulgación médica, el conductor tiene la obligación ética de verificar la seriedad del que es invitado, aun siendo éste médico, porque hoy médico es cualquiera y eso no garantiza idoneidad. La investigación periodística demostró que Socolinsky dejó entrar a cualquiera a su programa, ésa es la primera falta ética. Lo de cobrar es un exabrupto moral insoportable.” Contundente, el médico Carlos Gherardi, director del Comité de Etica del Hospital de Clínicas, criticó la conducta de Socolinsky denunciada en “Puntodoc”.
También fue implacable con el famoso médico el abogado Ignacio Maglio, especializado en bioética, miembro de los servicios jurídicos del Hospital Muñiz, el Incucai y la Fundación Huésped. “Por más que realice un programa televisivo, el médico no deja de ser médico y está obligado a cumplir con reglas de ética derivadas de principios morales. Una de ellas es la veracidad: al dar lugar a un falso médico está trasgrediéndola. Además, se aprovecha de la confianza –muy importante en las relaciones clínicas– que la gente le tiene, al presentar por médico a quien no lo es. Que el acto médico se transforme en un acuerdo comercial meramente honeroso es también cuestionable. La palabra médico viene del verbo griego medeo que significa ayudar; la relación clínica es de ayuda”, consideró Maglio.
Ambos especialistas cuestionaron también la conducta ética de la producción de “Puntodoc” por permitir que para la investigación del caso una médica trucha aparezca dando consejos sin base científica –aunque sean inocuos– en “La salud de nuestros hijos”. “Traspasaron los límites. Jugaron con la credulidad de la sociedad”, opinó Gherardi. Para Maglio, la falsa galena podría haber incurrido en los delitos de “usurpación de título” y “charlatanerismo”, tipificados en el Código Penal. “El principo fundante de la ética médica es el de ‘no maleficencia’, y significa no causar daño. Es un imperativo. Hay que ver si las fórmulas que dio son realmente inocuas”, agregó Maglio.
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