En el CUI hay decenas de anécdotas y de curiosidades en torno de los estudiantes de idiomas. Uno de los casos es el de un alumno nacido en Mongolia Interior, una región autónoma de la República Popular China. Como todo ciudadano chino que sale del país, este alumno decidió elegir un nombre occidental para identificarse con sus compañeros de curso. “El planteo del nombre se hizo, como ocurre siempre, en la primera clase. Como el alumno tenía, como es obvio, muchos problemas para decir palabras en castellano, fue imposible saber cuál era el nombre que había elegido”, recordó Roberto Villarruel.

“El decía que quería llamarse Pilun o algo parecido. Fue difícil explicarle que en la Argentina ese nombre no existía, pero él estaba empecinado en llamarse así.” Luego de algunas horas de esfuerzo, entre todos descifraron que el ciudadano chino de la Mongolia Interior quería llamarse Perón, para convertirse en el primer trabajador o para luchar por los derechos sociales, vaya uno a saber. Traductor mediante, explicó que su padre, ferviente seguidor de Mao, había escuchado y leído sobre Juan Domingo Perón. La figura del líder histórico del justicialismo era la primera referencia que tenía sobre la Argentina.

Los profesores tuvieron que explicarle que Perón era un apellido y no un nombre. Finalmente acordó llamarse “Domingo Perón”.