De aprobarse la reforma del gobierno español, el país conformaría la lista de estados con legislaciones restrictivas al acceso del aborto. Quedaría descontextualizado de la normativa progresista que rige en Europa, alineado sólo con Polonia e Irlanda –país donde anualmente unas seis mil mujeres viajan al Reino Unido para practicarse un aborto–. Actualmente, el 60 por ciento de la población mundial vive en países que permiten el aborto, con restricciones o sin ellas. Argentina está entre los países que sólo despenalizan la práctica cuando hay riesgo para la salud.