“Fui docente de ellas en el Instituto Superior de Profesorado y muchas habían alcanzado la titulación docente dos meses atrás. Eran excelentes compañeras”, dijo a Página/12 Néstor Duarte, docente de Lengua y Literatura I del Instituto Superior de Profesorado Tostado. La tragedia enlutó a esa localidad santafesina: las víctimas, jóvenes integrantes de la comunidad educativa local y flamantes docentes, tenían entre 23 y 25 años y se dirigían a dar clases a escuelas rurales en San Bernardo y Villa Minetti. El profesor, que había trabajado en la formación de las docentes, y un delegado gremial destacaron la labor social de las maestras, que tenían un fuerte vínculo con la comunidad e integraban a chicos con capacidades diferentes en sus clases.

“Nilda Ruiz era docente de nivel inicial en una escuela casi rural en San Bernardo”, relató Duarte. “No podría calificar con palabras lo que sucedió”, expresó. Además de Ruiz, en el accidente murieron Luciana Vallejos, Gladys Saavedra, Daniela Figueroa, Valeria Valentini, Jésica Odiante y Andrea Zoae.

En cuanto al largo trayecto que tenían que recorrer para ir a dar clases, Duarte explicó que ésta es una constante en el departamento. “Todos los maestros de 9 de Julio tenemos que recorrer grandes distancias para ir a trabajar, ya sea dentro de Santa Fe o a Santiago del Estero. Yo justo estaba viajando cuando me enteré de la noticia. Es muy triste. Estamos hablando de un pueblo de 17 mil habitantes en que todos se conocen”, contó.

A la tarea docente, se sumaba el trabajo social que realizaban las docentes. “Las chicas eran maestras de nivel inicial y trabajaban con alumnos integrados, chicos con autismo. Es una tarea gratificante, maravillosa.”

Por su parte, Carlos Sergio Toloza, delegado de la seccional 9 de Julio, detalló que Ruiz y Saavedra eran docentes en una escuela pública de San Bernardo mientras que el resto se desempeñaba en Villa Minetti. Eran maestras de primaria y tecnología.

“Llevaban adelante una doble tarea, porque además de dar clases se ocupaban del contacto con los alumnos y las familias. Al ser un pueblo tan chico, el compromiso con la comunidad es muy grande. Se preocupaban por la institución, la cooperativa, controlar las vacunas de los chicos y atender las carencias”, destacó Toloza.

Además, señaló, tenían que hacerse cargo de “aulas superpobladadas donde atendían, solas, la problemática de integrar a chicos con capacidades diferentes”.

Según Toloza, para los maestros rurales el transporte es un tema preocupante. “Los docentes de escuelas zonales no reciben adicional, es algo que venimos planteando en las paritarias. Los maestros solucionan esto compartiendo autos particulares, viajando a dedo o alquilando una Traffic, como estas chicas. Nosotros decimos que tiene que haber transporte público o se tiene que garantizar desde el Estado. La ruta nacional 95 es muy transitada. Hace año y medio dos docentes murieron a pocos kilómetros de donde fue este accidente. Esto fue una fatalidad, porque la ruta había sido repavimentada y está bien señalizada, pero había niebla.” Las docentes eran ayer veladas en el Club Atlético mientras que el gobierno provincial declaró dos días de duelo.