SOCIEDAD
• SUBNOTA › CIRELLI CONTO DETALLES DE SU CAUTIVERIO
“Creía que me iban a matar”
El comerciante Juan Carlos Cirelli, que estuvo secuestrado 41 días en el mismo lugar donde mantuvieron cautivo a Rubén Astrada, contó ayer detalles de su cautiverio. Dijo que sus captores “han cometido otros secuestros”, y aseguró que desde que los delincuentes llevaron al lugar al padre del futbolista, estuvo en la misma habitación con él durante 27 días hasta el momento en que huyó, aunque sólo una vez le habló.
Cirelli negó ser un empresario, y dijo que ni siquiera tiene vivienda propia y que es dueño, junto a dos socios más, de un autoservicio. Consideró que hubo un “entregador” que les dio datos erróneos a los secuestradores sobre una supuesta cantidad de dinero que tenía en su poder.
El comerciante relató que pudo escapar quitando un tornillo de la pared a la que estaba sujeta una cadena que le aprisionaba la mano, el martes a la noche, momentos antes que Astrada a su vez fuera liberado por sus captores. En un reportaje radial, contó que tuvo oportunidad de dialogar varias veces con sus captores durante los días en que estuvo secuestrado, y por lo que ellos le contaron, “sé que han cometido otros secuestros, que son de una banda de secuestradores” aunque advirtió que no le dieron “datos precisos” de otros hechos que habrían cometido.
En un principio los secuestradores pedían a sus familiares un rescate de 500 mil pesos. El les decía que seguramente se habían equivocado porque no tenía ese dinero, aunque aclaró que los delincuentes tenían datos precisos de que él tenía una cierta cantidad de dinero en su casa, reservada para comprar parte de su vivienda, y que uno de sus socios también tenía dinero. Por esa razón, dijo estar seguro que hubo un “entregador” en su caso. “Puedo sospechar de todos, menos de mi familia”, dijo.
Según Cirelli, él se dio cuenta del momento en que Astrada fue llevado al mismo lugar de cautiverio –el garage de una casa en el barrio Victoria, de Moreno– y recordó que “al pobre Astrada prácticamente (los delincuentes) no le hablaban en todo el día”.
“Con él estuve todos los días en que él estuvo secuestrado, yo sabía que estábamos juntos, pero él no; yo ya hacía 18 días que estaba allí: estábamos en un mismo ambiente”, dijo. De acuerdo con su relato, probablemente Astrada no se dio cuenta de que había otro hombre en sus mismas condiciones a pocos metros de distancia, “porque él estaba en una punta del ambiente y yo en la otra, Y además tenía un parlante en la cabecera de la cama, y había un televisor con el volumen fuerte”. “Al principio –recordó– yo no sabía que era él, sabía que había otra persona secuestrada, pero después hablando con la gente que me tenía ahí, le pregunté si tenían a otro, y ellos me dijeron que era Astrada. Ahí me quedé un poco más tranquilo, porque me di cuenta que eran un poco más profesionales de lo que yo pensaba, porque antes creía que me iban a terminar matando”.
Nota madre
Subnotas