Por R. K.

Uno de los grandes interrogantes de los casos Astrada y Cirelli es si van a hablar los tres hombres que ya están presos o los policías que caerían en las próximas horas. Lo habitual es que los integrantes de la banda que están en libertad se ocupen de la defensa legal y del mantenimiento de las familias de los que terminaron presos. Pero ahora sucede que se votó en el Congreso nacional la figura del arrepentido para los casos de secuestro. Los detenidos podrían aportar información para identificar y capturar a los jefes de la banda y con ello podrían conseguir una reducción que va del 20 al 50 por ciento de la eventual condena.
Los vecinos de la casa de Moreno, en la que estuvieron recluidos Cirelli y Astrada, dicen que hasta allí llegaban personas bien vestidas, con traje, celular y autos modernos. Habrá que ver si los detenidos dan los elementos para capturarlos.