“El diagnóstico genético de embriones es totalmente recomendable en la medida en que sirve a la posibilidad de evitar enfermedades –estima Salvador Bergel, titular de la cátedra Unesco de Bioética en la UBA–. Distinto sería el caso de que ese diagnóstico se planteara en términos de ‘eugenesia’, esto es, seleccionar para el bebé determinadas características deseadas por los padres.”
En cuanto a las objeciones a que una paciente con Alzheimer decidiera embarazarse (ver nota principal), “el de procrear es un derecho humano inalienable, que en ningún caso sería legítimo impedir”.
Pedro Hooft, presidente de la Asociación Argentina de Bioética, estimó, por su parte, que “el tema más delicado que plantea el diagnóstico genético de embriones es el de la destrucción de los restantes embriones que se generan en el curso del procedimiento”.
Hooft destacó que “soy respetuoso de la vida humana desde el momento de la concepción, aunque reconozco que, dentro de la bioética, otros enfoques lo plantean de manera diferente”.