El director de Asistencia a la Víctima de la localidad bonaerense de Junín, Andrés Rosas, aseguró que el caso de Naira Cofreces, la adolescente de 17 años que murió tras recibir una golpiza de parte de tres chicas, “es un caso de violencia en la escuela, pero no de violencia escolar”.

“La escuela es una caja de resonancia de un contexto social donde la violencia es un componente cotidiano; en esta oportunidad lamentablemente le tocó ser protagonista, pero para mí se trata de un caso de violencia en la escuela y no de violencia escolar”, explicó Rosas.

Rosas contó que desde el organismo que dirige se realizan talleres sobre adicciones y violencia de género en escuelas públicas de esa ciudad, para “conocer los distintos tipos de violencia que se dan en los establecimientos educativos”. “En la Escuela 5, donde iba Naira, hicimos los talleres a pedido de la directora; quiero destacar el nivel de gestión de esa escuela, que tiene una población vulnerable socialmente, y el compromiso de su directora, que siempre fue muy fuerte”, apuntó.

Un informe realizado por ese organismo el año pasado estableció que 7 de cada 10 chicos dijeron haber visto a un alumno agredir físicamente a un compañero, mientras que 5 de cada 10 fueron víctimas de alguna amenaza de daño. “La más habitual de las agresiones es la amenaza de daño, que en alumnos de 14 años en adelante es común, ya que de cada 10 alumnos 5 dijeron haberla sufrido”, detalló Rosas.

Con respecto a las agresiones físicas, el titular del organismo afirmó que “7 de cada 10 chicos dijeron haber presenciado violencia de este tipo hacia algún compañero”. “Hacemos esto desde hace dos años para saber cómo perciben los alumnos lo que pasa dentro de la escuela, a nivel general. Y parece que no estamos lejos de la media, tuvimos una reunión esta mañana (por ayer) con autoridades del Ministerio de Educación de la provincia y nos dijeron que estamos dentro de las cifras habituales”, concluyó.