En el volumen 1 de la guía, una de las recomendaciones se titula Relación con los medios de comunicación y tratamiento de la información, aspecto que preocupa permanentemente a las autoridades y comunidades escolares y que surge por lo general tras algún tipo de conflicto que por algún motivo trasciende las paredes de la institución.

El criterio propuesto hace eje en el tratamiento de la información. Sostiene que “a veces, la forma de presentar la información vulnera los derechos de las personas involucradas y no ayuda a la comprensión del fenómeno”. Y sostiene que “no se plantea no vincularse con los medios de comunicación, sino hacerlo con expreso cuidado de los derechos de los niños, niñas y adolescentes”. También sostiene que puede propiciar el prejuzgamiento, refuerza la circulación de rumores y responsabiliza sin investigar.

Citando al Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios de la UNLP, sugiere que “no es recomendable acudir primero a los medios para dar a conocer un conflicto. Esta acción puede generar complicaciones secundarias y reforzar la situación de conflicto en el ámbito institucional.

Propone que en situaciones complejas en las que acudirán medios en busca de declaraciones, la escuela se anticipe elaborando un comunicado de prensa, y que será la única manera de informar oficialmente. Se aconseja que en dicho comunicado se informe, de modo claro y breve, acerca de los pasos realizados en pos de la resolución del problema; no realizar análisis prematuros; no difundir identidades y evitar que las personas en conflicto queden expuestas a los medios; evitar la revictimización; no juzgar ni emitir resoluciones hasta tanto no se avance en la investigación de lo ocurrido. Y solicitar al personal de las escuelas y las familias, que respeten el procedimiento recomendado.