María Belén Rodríguez, acompañada por sus abogados, dijo a este diario que lo que espera de la Corte Suprema es que “se establezca un antes y un después respecto de los daños que pueden causar los buscadores” de Internet. Ante una consulta, dijo que el mismo estudio tiene “más de cien casos” y el suyo es el primero que llega a la Corte Suprema. María Belén Rodríguez recordó que “cuando publicaron la difamación, estaba de novia con quien hoy es mi marido; tuve que explicarle a mi familia política que yo no era una prostituta y hoy sigo haciendo lo mismo en otros lugares, cuando tengo dos hijos chiquitos”.

“Para mí esto fue un karma y estoy agradecida de que haya llegado a esta instancia (la audiencia pública) para poder aclarar todo.” Señaló que también la afectó a nivel laboral porque “algunas marcas que apuntan a un ámbito más familiar, no está bueno que la modelo que hace la publicidad esté vinculada con este tipo de sitios”. Sigue trabajando como modelo, “pero no tanto como antes, porque hace ocho años, cuando sucedió esto, yo estaba en mi mejor momento”.

Sobre el final aseguró que la única satisfacción es que “mi caso sirva para otras mujeres, porque cuando sos mujer te cosifican y te meten en una bolsa. Es muy bueno llegar a esta instancia y poder aclarar todo”.