Gastón Stefanis fue trasplantado ayer con éxito. El chico, de 13 años, estuvo más de diez meses en la lista de emergencia nacional a la espera de un donante de corazón que finalmente apareció cerca de la medianoche del miércoles en Santa Fe. “Gastón evoluciona favorablemente, pero hay que esperar para evaluar cuál es el deterioro que sufrió el resto de sus órganos durante la larga espera”, explicó a Página/12 el coordinador de Trasplantes Intratorácicos de la Fundación Favaloro, Alejandro Bertolotti. En tanto, una nena de 11 años con insuficiencia renal crónica también fue sometida a un trasplante en Neuquén, donde recibió un riñón de su mamá, y podría ser dada de alta en pocos días.
La operación de Gastón comenzó a las 2 de la madrugada y terminó a las 7. Cinco horas vitales que, a pesar de la ansiedad y los nervios, pasaron rápido para los padres del chico que ya habían aguardado diez meses “en los que parecía que la posibilidad de que apareciera un corazón se alejaba cada vez más”, relató ayer Leonardo Stefanis, padre de Gastón. Durante la espera, el chico sufrió dos paros cardíacos y debió ser conectado a un respirador artificial, tras lo cual sufrió una infección.
Anoche, Bertolotti informó que “los 15 días que siguen a la intervención son los más críticos”, pero aseguró que si el niño supera ese período “podrá llevar una vida normal”. Finalizada la cirugía, la madre se dirigió a los familiares del donante, del que sólo se sabe que es un santafesino de 58 años: “Mi hijo va a ser un digno portador del corazón de ese hombre que en este momento no está”, dijo emocionada.
A cientos de kilómetros, anteanoche se realizó otro trasplante exitoso en el Policlínico de Neuquén, el primero con un donante vivo en esta provincia. Romina, de 11 años, recibió un riñón de su mamá, de 33, y poco después de la operación “pudo hacer pis”, señaló el jefe de Trasplantes de la institución, Enrique Guerrero. El profesional explicó que, de no surgir complicaciones, “la niña será dada de alta en siete u ocho días como máximo”.