Para Jean-Michel Bouvier, la finalización del juicio por el abuso sexual y el doble crimen de su hija Cassandre y de Houria Moumni significa apenas “un primer paso” en su búsqueda de justicia. Bouvier se declaró “bastante conforme” con la condena a Lasi, aunque recordó que su aspiración era una pena más dura, cercana a los 50 años “porque lo que sucedió aquí fue un crimen monstruoso”.

Ahora, Bouvier va por más. Quiere “que se intensifique” la causa por los apremios ilegales y, junto con otros integrantes de su familia, inició una demanda civil que reclama una indemnización superior a los 24 millones de pesos. Una de las demandas es contra una firma que pertenece a los herederos de uno de los “dueños” históricos de Salta: Robustiano Patrón Costas, el dueño del Ingenio San Martín del Tabacal, donde los trabajadores eran esclavizados.

Los que impulsan la demanda civil son Jean-Michel y otros miembros de la familia Bouvier. Les apuntan a los tres imputados por el crimen, dos de los cuales fueron absueltos, pero también a la municipalidad de San Lorenzo, a la firma Puma Expeditions, cuyo propietario son Mariano Nicolás Olaciregui e Ignacio Poodts Garda, que desde hacía unos años cobraba a los que entraban a un paseo que siempre había sido gratuito, y finalmente a los propietarios de las tierras, nucleados en la firma Los Mattines SA.

Entre los propietarios de esa firma figuran Alejandro y Federico Patrón Costas, descendientes de don Robustiano, al que el pueblo salteño siempre lo recuerda como “oligarca”, “señor feudal” o por el intento de fraude que a principio de la década del ’40 pretendió llevarlo a la Presidencia de la Nación.