Desde la Federación Argentina LGBT están patrocinando a otras dos madres que buscan reestablecer el contacto con sus hijos, tras separarse después de una relación de pareja con otra mujer. Una de las historias es la de Marcela. Hace cuatro años que no ve a su hija, que actualmente tiene 7 años. Después de cinco años de estar en pareja con Ana, decidieron ambas tener un hijo o hija. Así fue que llegó a sus vidas Sofía el 1º de marzo de 2007. “En diciembre de ese año decidimos unirnos civilmente a fin de dar a nuestra familia un marco legal –en ese entonces no existía la Ley 26.618, de Matrimonio Igualitario–. Hasta los 2 años y 11 meses, Sofía creció en un contexto familiar constituido por dos mamás. En el año 2009, Ana y yo nos separamos después de ocho años de pareja, y continuó mi vínculo en relación a Sofía a través de un régimen de visitas, que se cumplió regularmente hasta el año 2010. Pero repentinamente Ana me prohibió ver a Sofií. A la fecha, inicié reclamos judiciales consistentes en régimen de visitas y reconocimiento de Sofía como su otra madre, y que en el documento de identidad de Sofía también se incluya mi apellido, entendiendo que mi exclusión registral representó una verdadera vulneración a la protección de la familia. Ya hace muchos años que no veo a mi hija y para una niña el tiempo se representa de otra manera. Un día pueden ser años, temo que ya no me recuerde”, dice Marcela, con mucha tristeza.

Marcela y Ana dieron una entrevista al suplemento Soy de Página/12 cuando eran pareja, donde cuentan que la nena es hija de ambas. La periodista Maru Ludueña, que realizó la nota, fue citada en el juicio. Este caso en el que se reclama el reconocimiento de la co-maternidad tramita en el Juzgado Nº 2 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario a cargo del juez Andrés Gallardo.

Otra mamá que reclama ver a sus hijos mellizos es Cecilia. “La demanda para la inscripción igualitaria de nuestros hijos (con el apellido de ambas) fue promovida en forma conjunta con Evangelina, quien era mi pareja al momento de interponer la demanda. Cuando en un primer momento insté al Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires a que tome nota del reconocimiento legal de mis hijos Francesca y Bautista, el mismo fue denegado porque no me encontraba casada con Evangelina. Ello motivó el inicio de nuestra demanda. A dos años de iniciarla nos separamos y continué viendo a mis hijos como pude, no obstante mi ex pareja presentó un escrito desistiendo la acción judicial de reconocimiento y actualmente me encuentro impulsando esta causa sola. No entiendo por qué a veces los padres o las madres se adueñan de los hijos o hijas, yo sólo quiero darles el mismo amor que ella les da”, dice Cecilia.

Otra mamá que consultó en la Falgtb es Natalia. Tiene una causa iniciada en la provincia de Buenos Aires. Pero frente a la imposibilidad de lograr el reconocimiento de la co-maternidad, está negociando un régimen de visitas. “Con poder ver a su hijo, ya le alcanza. Negocia verlo”, dice Flavia Massenzio, secretaria de Asuntos Jurídicos de la Falgbt.