Desde hace dos meses los silbatos de los trenes volvieron a despertar a varios pueblos en una nueva génesis en la historia ferroviaria: en 24 meses, según los planes oficiales, el paisaje vial del país volverá a parecerse al 1900, todos los ramales troncales volverán a enlazar Buenos Aires con las capitales regionales del interior, un paso que producirá como consecuencia la apertura de los tramos secundarios, aquellos que unen pueblos con pueblos dentro de cada provincia.
Los recorridos ferroviarios recuperados hasta ahora conectan Buenos Aires y General Alvear, una localidad ubicada al sur del territorio de Felipe Solá. Poco después se reinauguró la ruta ferroviaria que partía de Retiro a una pequeña ciudad en Santa Fe llamada Santo Tomé y esta semana terminó de conectarse esa ciudad con la capital de la provincia. Las dos aperturas son parte del proyecto general que permitió la partida, también, de un tren interurbano en Entre Ríos que conecta Basavilbaso y Villaguay. El proyecto forma parte de un programa general que pretende rehabilitar de las cenizas los restos fantasmales de los trenes de pasajeros. En 1989 el gobierno nacional comenzó el proceso masivo de privatizaciones que incluyó a Ferrocarriles Argentinos. Ahora la Secretaría de Transporte tiene en sus manos un proyecto para ponerlos a funcionar en un plazo de dos años. Esa área manejará un presupuesto de 400 millones de pesos anuales para encargarse del mantenimiento y recuperación de las vías.
Con ese dinero deberán alcanzar los objetivos previstos para la primera etapa: se abrirán los viejos ramales troncales hasta ampliar la extensión de vías de 2 mil a 5 mil kilómetros. Entre los nuevos destinos previstos desde Buenos Aires se proyectan: Bariloche, Jujuy, Córdoba, Santa Rosa, Mendoza y el mejorado de los rieles a Tucumán. El Estado asumirá los costos de la recomposición de las vías en los tramos que hayan sido usados por trenes de carga. El funcionamiento estará a cargo de concesionarios privados. En cuanto a la política de precios, en términos comparados, los pasajes costarán entre 30 y 40 por ciento menos que el servicio de ómnibus.