Las cajas negras del avión de AirAsia que se estrelló en el mar de Java con 162 personas a bordo el 28 de diciembre, no aportan pruebas de que se hubiese perpetrado un atentado terrorista contra el aparato. “No hay signo de actividad terrorista hasta el momento”, aseguró el jefe del equipo investigador indonesio, Mardjono Siswosuwarno, en un comunicado. Por otro lado, otro integrante de los equipos de investigación, Nurcahyo Utomo, añadió: “No hemos escuchado sonido alguno de disparos o explosiones. De momento, y teniendo como base estos datos, podemos eliminar la posibilidad de un ataque terrorista”.

La caja negra que guarda el registro de las comunicaciones del avión sólo contiene las voces de los pilotos y no recoge nada que respalde la hipótesis del suicidio. Los expertos del comité de seguridad en el transporte de Indonesia escucharon la grabación completa, pero la transcripción del contenido está aún en proceso.

Paralelamente, otros profesionales trabajan con la caja negra que contiene el registro de los datos de vuelo, como las condiciones atmosféricas, la altitud, la velocidad y el peso. El director de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte, Tatang Kurniadi, anunció que el informe preliminar estará listo el 28 de enero.

El avión del vuelo QZ8501 de AirAsia despegó de ciudad javanesa de Surabaya en la madrugada del 28 de diciembre y tenía previsto aterrizar unas horas más tarde en Singapur, pero se estrelló en el mar de Java unos 40 minutos después de partir. Transportaba a 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un francés, un malasio y un singapurés, entre pasajeros, y una tripulación de siete personas.