Con el cese de las intensas lluvias que golpearon a Córdoba, comenzaron los trabajos de reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones. El jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, anunció que hoy se entregará a la provincia un préstamo de 540 millones de pesos para atender las emergencias ocasionadas por “el mayor desastre climático de los últimos 50 años”, según definió el gobernador José Manuel de la Sota. El panorama incluye dos localidades completamente bajo el agua por las crecidas de ríos, numerosas viviendas destrozadas en otras y rutas anegadas. El ministro de Desarrollo Social local, Daniel Passerini, informó ayer que quedan más de dos mil personas evacuadas, la mayoría proveniente de la localidad de Idiazábal. En tanto, un hombre de 50 años que el martes cayó a un canal de riego en la zona rural de El Fortín, ubicada a 200 kilómetros de la capital cordobesa, era buscado ayer, aunque sin éxito.

Fernández se reunió con legisladores nacionales y provinciales de todo el arco político de Córdoba en la Casa de Gobierno. “Mañana (por hoy) se estará firmando un convenio por 540 millones de pesos, que a Córdoba le va a venir muy bien, y el jefe de Gabinete dijo que lo que falte seguramente lo vamos a seguir conversando”, señaló el senador nacional por el Frente Cívico Luis Juez, quien participó del encuentro.

El diputado nacional por la UCR Mario Negri, presente también en la reunión, indicó que, además del tema del préstamo, Fernández les ratificó que “se van a ampliar los beneficios brindados por la Anses, que ya estaban acordados para Sierras Chicas, para las demás zonas inundadas”.

El titular de la cartera de Desarrollo Social señaló que permanecen evacuadas más de dos mil personas, la mayoría en Idiazábal, un pequeño poblado de unos 1200 habitantes que fue cubierto por las aguas.

El funcionario dijo que los cauces “están en creciente” por las lluvias y la nivelación de los embalses, como ocurre con el río Ctalamochita en el sudeste cordobés, que nace en el dique Piedras Moras y pasa por importantes zonas urbanas como Villa María y Bell Ville.

Aunque detalló que el temporal de lluvias se extendió a gran parte del territorio provincial, se mostró optimista por la mejora de las condiciones climáticas en la zona. “El augurio de buen tiempo nos da ánimo y nos da más fuerza para seguir trabajando. Hay mucho trabajo de asistencia social y sanitaria del que participan el Estado con los municipios y muchos voluntarios”, enfatizó.

Sobre los trabajos de reconstrucción, el ministro de Infraestructura, Hugo Testa, indicó que “se está poniendo todo el equipamiento de materiales y máquinas con que cuenta la provincia, tanto desde la Dirección de Vialidad, como desde el Ministerio de Aguas y Servicios Públicos”.

Los trabajos se desarrollan en todo el valle de Sierras Chicas y en localidades como Unquillo, Mendiolaza, Villa Allende, Saldan, La Granja, Cerro Azul y Salsipuedes. Testa aseguró que “no bien bajen las aguas se podrán evaluar las consecuencias de las inundaciones”, aunque el gobernador estimó que los daños de infraestructura superan los mil millones de pesos.

Las localidades más comprometidas eran Balnearia, en el nordeste, e Idiazábal, en el su-deste, que quedaron completamente bajo el agua y se habían convertido en pueblos fantasma, con dos metros de agua en los cascos urbanos.

En Jesús María, otra de las ciudades comprometidas, la crecida del río Guanuscate derribó cuatro viviendas pegadas a su cauce y dejó comprometida una quinta. Los daños incluyeron también la destrucción de dos puentes clave de la ciudad.

Un intenso operativo de rastrillaje fue llevado adelante ayer en El Fortín, un poblado que se encuentra en la zona este de Córdoba, en busca de José Aníbal Avila, un hombre de 50 años que desapareció el martes, al caer con su caballo a un canal de riego crecido como consecuencia de las precipitaciones.

Según informó la policía, el hombre recorría a caballo junto a su hija un campo de la zona, cuando por causas que se investigan se produjo el accidente. El establecimiento rural se encuentra a unos 16 kilómetros al sur de El Fortín, donde se realiza un intenso operativo de rastrillaje.

Mientras tanto, las rutas nacionales 8 y 9 Norte se encontraban cortadas en la provincia, como consecuencia del fuerte temporal que afectó a la región y que derivó en desborde de ríos y arroyos.