Un hallazgo fue que el 24 por ciento de los segmentos que tematizaron niñez y adolescencia estuvieron relacionados con la violencia de género, sin embargo con un tratamiento que desconoce la problemática. “Niños y niñas están involucrados/as en situaciones en que sus madres expresan ser o haber sido víctimas de diversos tipos de violencia contra las mujeres: violencia psicológica, física, sexual, económica/patrimonial, institucional, obstétrica o reproductiva. Los/as responsables de los programas usualmente no encuadraron estos temas dentro del marco que requiere una problemática sociocultural tan compleja y preocupante como lo es la violencia de género”, dice el monitoreo. Además, se encontró que si bien la ley 27039 establece que siempre que se aborde la problemática de la violencia hacia las mujeres debe difundirse la Línea 144 de asistencia a víctimas, sólo en el 2 por ciento de estos casos se difundió.

El monitoreo también analizó el vínculo del concepto de violencia mediática (definido por la Ley de Violencia contra las Mujeres) con el tratamiento que estos programas hicieron de NNyA y encontró que el 28 por ciento de los contenidos incurrieron en esta figura. En el caso de Diwan-Bernal, por ejemplo, “en el programa de Verónica Lozano le preguntan a distintos famosos “¿si fueras Diwan, qué harías, te harías un ADN o no?”. Fijate cómo ellos construyen con un tema tan complejo como es la identidad ese eje y los famosos salen a contestar, algunos no contestan mal, lo que está mal es la pregunta. Es una construcción mediática que claramente deja a un grupo subordinado a otro: hay una asimetría de poder”, explicó Alicia Ramos, a cargo del monitoreo. Más allá del ejemplo encontraron violencia mediática en “expresiones de responsables de los programas que desconocieron, banalizaron o vulneraron los derechos de NNyA; situaciones previamente preparadas por las producciones que –voluntaria o involuntariamente– lesionaron la integridad y la dignidad de NNyA o la privacidad e intimidad de sus familias; aspectos negativos en el tratamiento de los temas; exhibición reiterada de imágenes o videos que permitieron la identificación directa o indirecta de NNyA envueltos en conflictos entre personas adultas –o cuya difusión produciría su revictimización–; titulares generadores de impacto y/o musicalización o efectos de sonido que acentuaron el dramatismo”.