Un nuevo caso de femicidio se registró en el conurbano cuando un policía de la Bonaerense mató de al menos cuatro balazos a su novia porque ésta pretendía terminar la relación. Tras ello, el oficial se suicidó. Según familiares de la víctima, la joven había presentado días antes del hecho una denuncia contra su pareja por violencia de género. Pero en la Comisaría de la Mujer, que debía protegerla y donde fue radicada la denuncia, extraviaron el expediente, con lo cual la joven quedó expuesta. El miércoles por la noche, frente a la casa que compartían en el partido Presidente Perón, al sur del Gran Buenos Aires, una mujer fue ultimada a balazos por su pareja, un policía provincial, quien de inmediato se disparó en la cabeza.

La situación se desató cuando Carlos Rubén Salinas (22) discutía con su novia Lucía Giselle Duarte (23) dentro de un Volkswagen Gol, aparentemente porque ella le estaba anunciando que quería terminar con la relación. Cuando la joven se aprestaba a bajar del vehículo para regresar a su casa, Salinas extrajo su arma reglamentaria, la sujetó de un brazo y comenzó a disparar contra ella. Enseguida se apuntó en la cabeza y se quitó la vida.

Vecinos de la vivienda de la pareja, ubicada en avenida 12 al 700, a metros del cruce con la calle 33, de la localidad de Guernica, escucharon gritos. Pero tras los disparos llamaron de inmediato a la línea de emergencias 911. Varios patrulleros concurrieron al lugar y hallaron los cuerpos dentro del auto: tanto Salinas –quien se desempeñaba en el Comando de Prevención Comunitaria (CPC) Presidente Perón– como su novia aún estaban vivos, y fueron llevados de urgencia al Hospital de Guernica, donde murieron poco después mientras eran atendidos por los médicos.

Los investigadores secuestraron dentro del auto vainas servidas calibre 9 milímetros y la pistola reglamentaria utilizada por el policía. La comisaría de Guernica instruyó actuaciones por “homicidio y suicidio” y el hecho es investigado por el fiscal Juan Cruz Condomi Alcorta, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada de Presidente Perón.

Adriana, madre de la víctima, contó que esa noche uno de sus hijos le pidió por teléfono que fuera “para la guardia del hospital. Cuando llegué con mi marido, vi semejante revuelo de policías que me pregunté qué pasaba. Entré a la guardia, vi algo tapado hasta los pies, entré a otra sala, y allí estaba mi hijo mayor que me dijo: ‘Lucía se nos fue’”, recordó. Según la madre de la joven, que entró sola a reconocer el cuerpo, “Lucía tenía un tiro en la cara, dos en el cuello y otro en la pierna”.

La mujer aseguró que en otra oportunidad, durante una discusión que su hija mantuvo con Salinas, “le había dicho que se vaya de la casa” en la que convivían, por lo que él se fue; pero luego “la encontró charlando con un amigo que vive a la vuelta y disparó a los pies del muchacho. Después le pidió perdón a mi hija de rodillas delante de mi marido; pero ella ya no quería saber nada”, relató.

Días atrás, la joven y su familia radicaron una denuncia en la Comisaría de la Mujer local contra Salinas por amenazas y episodios de violencia de género. Sin embargo, los familiares aseguraron que en esa seccional, especializada en delitos de género, extraviaron el expediente que se tramitaba para tomar una medida de restricción y evitar que el efectivo se acerque a la joven.