“Mi cliente camina por Córdoba tranquilo. No se puede escapar de nadie porque no hay quien lo persiga.” Página/12 contactó ayer en Miami a Darío Avezzaro, uno de los abogados contratados por el joven cordobés Esteban Roque Calafell, quien volvió de Miami un día después de que la policía estadounidense encontrara el cadáver de un joyero cubano dentro del auto en el que supuestamente se movían él y su novia, María Rosa Marchán. “Aunque la fiscal del caso se muestra muy tentada a acusar a Calafell como el autor del crimen, no cuenta con pruebas suficientes que le permitan pedir su extradición a la Justicia argentina”, explicó Avezzaro. El juicio, por ahora sólo contra Marchán, comenzaría en junio, “si es que las declaraciones de los testigos se cumplen en tiempo y forma”.
–Tengo evidencias de que Calafell fue el asesino de Agustín Morales (el joyero cubano) –dijo con tono amenazante la fiscal Gail Levin al comienzo de su entrevista del martes con Avezzaro.
–¿Por qué no pide su captura entonces? –respondió éste.
–Tráigamelo usted si está tan seguro de su inocencia –retrucó la fiscal.
“Esteban Calafell no viajará a Miami bajo ninguna circunstancia. Sería mandarlo a una trituradora de carne.” Los abogados Avezzaro y José Luis Reinoso están convencidos de que el cordobés debe proceder haciendo valer sus derechos como ciudadano argentino: “El está en Argentina y sólo se presentará ante la Justicia nacional. Para que viaje a Estados Unidos primero deben imputarlo y luego obtener su extradición”. En caso de que así suceda, “haremos todo lo posible primero para impedirla y, si fracasamos, para prohibir toda posible ejecución letal, más allá de la condena que se le imponga”, explicó Reinoso desde Córdoba.
Aunque todavía no pese sobre él ninguna acusación formal, los abogados comentaron que Calafell se encuentra “muy ansioso”. “Necesita una inmediata definición de su situación y la de la chica”, comentaron. Respecto de la estrategia a seguir, aseguraron que aún la están discutiendo: “Podemos esperar a ver cómo avanzan las declaraciones de los testigos –ninguno presencial– o intentar acelerar los tiempos. Lo decidiremos en los próximos días después de que la fiscal presente todas sus evidencias”. Mientras tanto, los letrados se mantienen en contacto con Howard Lubell, el defensor oficial de Marchán, Miguel Angel Pierri, el abogado contratado por la familia de la joven detenida, y René Sotorrío, un letrado consultor sugerido por el Consulado argentino en Miami.
A partir de la próxima semana se espera que empiecen a declarar los cerca de 17 testigos citados para el caso. Por ahora, la prueba más consistente que presenta la fiscalía contra la pareja es una supuesta declaración de María Rosa Marchán, que al momento de ser detenida habría admitido ante la fiscal Levin y tres policías haber cometido el crimen junto con su novio. Según la fiscal, aquel día Marchán acusó a Calafell de ser el autor material del asesinato de Morales. “La idea de Levin es que Marchán declare eso ante el juez y la defensa, a cambio de condenarla a 20 años y salvarla de la pena de muerte”, explicó Avezzaro.
Informe: Darío Nudler.