El anuncio del desembarco de Uber “no modifica en nada la situación para Easy Taxi, porque trabajamos con taxis, y la normativa al respecto sigue siendo la misma”, dijo a este diario Gabriela Bibas, encargada de marketing de la aplicación que –de momento– tiene prohibida la actividad en la ciudad de Buenos Aires. En la CABA, sólo se puede tomar un taxi parándolo en la calle o llamándolo por teléfono, como servicio de radiotaxi, por lo que la aplicación levantó sus oficinas comerciales de la ciudad. El servicio –que trabaja a partir de la geolocalización porque el gps del teléfono indica dónde se encuentra el pasajero y dónde el taxista– opera en Rosario y Córdoba, y, tras reuniones con autoridades municipales y representantes de gremios de taxis –tras gestiones de la concejala Marcela Ferroni–, acaba de cerrar un acuerdo para llevar el servicio también a la ciudad de La Plata. Además, aseguró Bibas, “nos llueven pedidos de Mendoza, de Tierra del Fuego para que vayamos”, algo que la empresa atribuye a “un tema de seguridad y también a lo que está pasando con Uber”. “Muchos taxistas saben que en Rosario y Córdoba la aplicación funciona bien. Hablo del chofer, del trabajador, no de dueños de taxis o radiotaxis, sino de personas que están arriba del auto 12 horas, tienen que pagar el alquiler del auto, el seguro”, señaló Bibas.

En la CABA, “hay taxistas que siguen usando el servicio aunque saben que pueden ser multados, y también hay pasajeros que los llaman”, detalló Bibas. En tanto, agregó, “presentamos a (el secretario de Transporte, Juan José) Méndez una propuesta de cambio en la normativa: que sume todo aplicaciones e Internet. Con eso podríamos funcionar legalmente”.