“Es el avance más importante en materia de seguridad respecto de la Ciudad de Buenos Aires”, no duda en afirmar el jefe de Gobierno porteño sobre el convenio que firmará hoy con la Nación para dar nacimiento al cuerpo de policía comunitaria, sobre cuya dirección tendrá una injerencia importante la Ciudad. No obstante, Aníbal Ibarra aclara que “técnicamente” no se trata de un primer paso en el traspaso de la Federal al ámbito porteño. Ese proceso, augura, “durará varios años”. “Si estuviera (en el Gobierno nacional) la decisión política de un traspaso, se podrían acelerar los tiempos”, opinó Ibarra en un reportaje con Página/12 en el que detalla los alcances del nuevo cuerpo, el perfil y las funciones de sus agentes.
–¿Qué importancia tiene la firma del convenio?
–Por primera vez, la Ciudad no sólo financia el ingreso de nuevos agentes de la Policía Federal, en este caso 500, sino que esos agentes pasan a conformar una Dirección General de Policía Comunitaria, que va a trabajar exclusivamente en temas de seguridad urbana, en vigilancia y control de espacios públicos, en estaciones de ferrocarril, en lugares conflictivos que sean demandados a través del Plan de Prevención del Delito. Es una política que pensamos sostener en el tiempo.
–¿Se van a incorporar más policías a este cuerpo?
–Sí, año tras año vamos a incorporar por lo menos otros 500, con lo cual al finalizar este mandato vamos a tener un cuerpo de Policía Comunitaria financiado por la Ciudad de alrededor de 2000 policías. Para este año tenemos prevista una partida de 6,4 millones de pesos y a esto hay que agregarle, además, que vamos a financiar el equipamiento. De esta manera va a haber un cuerpo especial de la policía directamente vinculado con la Ciudad, que va a depender de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana.
–¿Este es un primer paso para el traspaso definitivo de la Federal a la Ciudad?
–En lugar de traspasar lo que hay, que son las comisarías, es una etapa que se va a desarrollar en el tiempo, lo que se hace es generar un vínculo directo de la Ciudad de Buenos Aires con una dependencia nueva que se crea ahora.
–Entonces, no es parte del traspaso.
–Técnicamente, no es parte del traspaso.
–¿En qué etapa está el traspaso?
–Para el traspaso hay que derogar la Ley Cafiero, que no lo permite.
–Hoy hay sintonía entre el gobierno porteño y el nacional. ¿Por qué no se avanza, entonces, en la derogación de la Ley Cafiero?
–Lo que estamos haciendo ahora es gracias a ese consenso que hay con el gobierno nacional sino no se podría hacer.
–Insisto, ¿por qué no se concreta el traspaso, por qué no se avanza en ese punto?
–Porque requiere una sanción legislativa y además será una etapa progresiva que durará varios años.
–Si existiera la decisión política de avanzar, el Gobierno contaría con los votos necesarios para derogar la Ley Cafiero.
–Si estuviera la decisión política de un traspaso se podrían acelerar los tiempos. Con el gobierno nacional se llegó a un acuerdo en lo inmediato, de generar estos mecanismos que, de alguna manera, concretan en los hechos y en forma inmediata la intervención de la Ciudad en materia policial y de seguridad. El objetivo del traspaso de la Federal es que la Ciudad cuente con personal propio y pueda diseñar políticas de seguridad urbana. Y este objetivo se puede empezar a lograr traspasando lo que hay o generando una policía comunitaria que esté directamente vinculada con la Ciudad. Se decidió, porque no se necesitaba ninguna ley y se podía hacer inmediatamente, empezar por esta parte, que no excluye la otra.
–¿Cuánto tiempo podría demandar el traspaso?
–En cualquier contexto va a requerir un par de años.
–¿Quién le dará las órdenes a la policía comunitaria?
–Dependerá formalmente de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana ...
–Que depende de la Federal ...
–Que depende de la Federal, pero se genera un espacio institucional en el que participa la Ciudad. Esta policía va a hacer las tareas que requiera la Ciudad de Buenos Aires.
–Dudo que a los uniformados les caiga bien recibir órdenes por fuera de la estructura policial.
–Ahora lo está haciendo, porque cuando la policía participa en procedimientos con la Ciudad de Buenos Aires recibe las órdenes de los funcionarios que están al frente de esos operativos.
–¿Qué formación tendrán los agentes comunitarios?
–La formación básica policial y una especial vinculada con las problemáticas urbanas. Si hay delitos que se cometen en la vía pública, van a intervenir como lo haría cualquier policía, pero van a estar destinados específicamente a objetivos diseñados desde la Ciudad.
–¿Qué perfil le gustaría que tenga el policía porteño?
–Un perfil de calle, porque las problemáticas vecinales no se conocen en una oficina, un perfil de fuerte cumplimiento de la ley y comunitario.
–¿El hecho de que estos policías sean nuevos, y que no pertenezcan a una estructura de comisarías, busca alejar el fantasma de la corrupción policial?
–No, tiene que ver con otra concepción, que es conformar una policía comunitaria con este perfil nuevo al cual hacía referencia.